Miquel Rodríguez
Centralizar la inversión, coordinar esfuerzos y trabajar en una misma dirección. Es lo que pretende el Ayuntamiento de Barcelona, que ha puesto en marcha –ya a toda velocidad—la Barcelona Investment Office (BIO). Se trata de una ventanilla única, una idea que los empresarios reclamaban a la administración para que cualquier contratiempo se pueda resolver con celeridad.
La lidera el Gerente de Promoción económica del Ayuntamiento, Miquel Rodríguez, que difundió las principales líneas de actuación en las jornadas del BCN Desperta, organizadas por Metrópoli, Crónica Global y El Español.
Los datos son buenos. Barcelona atrae inversión, y, después de unos años de marasmo, ha recuperado su dinamismo. Lo que se pretende es centralizar todos los procesos de promoción, captación, aterrizaje y seguimiento de proyectos empresariales.
La colaboración entre administración y agentes económicos es esencial. En determinados momentos se ha abusado del término colaboración público-privada. Mientras que otros sectores la han despreciado. Pero bien entendida, como lo hace la BIO, supone el mejor camino para que el conjunto de la ciudad se vea beneficiado.
Cuenta con la colaboración de la Cambra de Comerç de Barcelona; Barcelona Global; la Generalitat; Fira de Barcelona; el Consorci de la Zona Franca; el Port de Barcelona; la Diputación y el AMB.
En 2024, la ciudad logró captar más de 649 millones de euros de inversión extranjera, un 43% más que el año anterior. Y, en total, se gestionaron 156 proyectos, de los que se materializaron 32. Los sectores más beneficiados son los relacionados con las tecnologías de la comunicación, la industria y la logística.