¿Por qué las placas solares son la solución ideal para tu factura energética?

La medida de gasto anual en electricidad para una vivienda en España se mueve entre los 1200 y los 1500 € según estimaciones recientes. Una cifra que sigue en aumento y que está llevando a las familias a buscar alternativas más estables, económicas y sostenibles.

Alternativas entre las que está floreciendo la energía solar. De hecho, el autoconsumo energético con placas fotovoltaicas está ganando mucha fuerza ya que se está quitando la idea preconcebida de ser algo complejo y extremadamente caro. Cualquiera puede informarse cuanto desee sobre la instalación de paneles solares en casa e incluso solicitar presupuestos cada vez más accesibles. Un paso importante ya que puede suponer una reducción de gasto eléctrico de hasta 900 € al año.

Sí, aunque su inversión inicial pueda ser importante, hablamos de una cifra que supone una amortización de la instalación en un plazo de entre cinco y ocho años, teniendo en cuenta también el ahorro general en facturas de la luz. Aunque depende mucho de las horas de sol, la instalación y la orientación de los tejados, todo se ha facilitado muchísimo para dar el paso y para ahorrar a corto y largo plazo. Sobre todo porque también hay cada vez más bonificaciones, como las ayudas placas solares Cataluña, que permiten reducir enormemente el coste de la instalación mediante subvenciones o bonificaciones fiscales. Todo esto está haciendo que en España la apuesta por la energía solar está dejando de ser una opción para ser una prioridad.

Un cambio que no solo consiste en ahorro

Abrazar el uso de la energía solar en casa no solo implica ahorrar más en luz a final de mes: implica transformar la forma en la que se consume energía en casa e incluso modificar el paisaje urbano. Las placas solares convierten espacios infrautilizados como tejados, cubiertas o terrazas en fuentes de energía limpias capaces de aliviar la demanda del sistema eléctrico de siempre.

Algo importante, porque supone un reaprovechamiento de los espacios y también una menor dependencia de otros suministros energéticos tradicionales que, al final, afectarían al medio ambiente. Al final, la energía solar no es solo renovable, también es mucho más limpia que la tradicional.

Vida útil

Por otra parte, los sistemas fotovoltaicos actuales tienen una vida útil que supera los 25 años aproximadamente, lo que hace que el ahorro en electricidad vaya mucho más lejos del periodo de amortización antes citado. Además, como su mantenimiento es mínimo y su eficiencia suele mantenerse estable, las placas se acaban convirtiendo en una solidísima inversión a largo plazo que protege a la familia de las fluctuaciones del mercado energético.

Aunque, para dar el paso, es importantísimo hacerlo siempre con profesionales. Por eso es recomendable buscar cuanto antes asesoramiento especializado como el que ofrece Lumisa Energías. Empresas como esta se han volcado para guíar a los usuarios en la elección del sistema adecuado, optimizando al máximo el rendimiento y ayudando a entender qué instalación es la mejor a la hora de buscar un equilibrio entre coste, ahorro y sostenibilidad.

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