Aunque las subvenciones generales para retirar amianto de 2025 ya se han agotado, la Generalitat de Catalunya prepara nuevas convocatorias para 2026. Cada año miles de propietarios —particulares, comunidades de vecinos, empresas y administraciones— quedan fuera por no tener la documentación lista a tiempo o por desconocer que estas ayudas existen. Y dado que la retirada de amianto será obligatoria antes de 2032, anticiparse se ha convertido en una necesidad más que en una recomendación.
¿Qué cubren estas subvenciones para retirar amianto?
Las ayudas forman parte del plan de la Generalitat para acelerar la eliminación del amianto en todo el territorio. Pueden cubrir hasta el 100% de los costes de retirada, transporte y gestión en vertedero, siempre que:
- La retirada la haga una empresa inscrita en el RERA.
- El residuo se entregue a un gestor autorizado de Cataluña.
- La documentación técnica esté correctamente presentada.
Dependiendo de la convocatoria y de los metros cuadrados retirados, las cuantías varían, pero en muchos casos la subvención reduce gran parte del coste total de la obra.
Dos tipos de ayudas disponibles en Cataluña
En la actualidad existen dos grandes líneas de subvención relacionadas con el amianto:
1. Subvención General para la Retirada de Amianto
La convocatoria estándar, abierta a:
- Particulares.
- Comunidades de propietarios.
- Autónomos y empresas.
- Administraciones públicas.
Permite retirar cubiertas, bajantes, depósitos y chimeneas de fibrocemento con amianto.
2. Subvención por Daños Meteorológicos
Se activa solo cuando Meteocat certifica tormentas, vientos fuertes o granizo que hayan afectado a determinados municipios. Dirigida a propietarios cuyos inmuebles estén en zonas declaradas afectadas.
Por qué tantas solicitudes acaban rechazadas
Tanto en la línea general como en la de daños meteorológicos, la administración exige documentación muy específica: acreditación de titularidad, plan de trabajo aprobado, presupuesto de empresa RERA, fotos del estado del amianto e incluso actas y certificados en el caso de comunidades.
La realidad es que una parte importante de las solicitudes se rechaza por errores formales, no porque el solicitante no cumpla los requisitos. Un documento mal firmado, un presupuesto incorrecto o una memoria incompleta pueden dejar fuera a propietarios que sí tenían derecho a recibir la ayuda.
Ventajas de prepararse desde ahora para las ayudas de 2026
Quienes empiezan la preparación con meses de antelación cuentan con una ventaja decisiva:
- Pueden obtener el presupuesto de retirada con tiempo.
- Recopilar toda la documentación necesaria.
- Presentar la solicitud en los primeros días de la convocatoria, cuando aún no está saturada.
Esto aumenta significativamente las posibilidades de que la solicitud se valide a la primera y permite evitar quedarse fuera por agotamiento de fondos, algo que ocurre con frecuencia.
Asesoramiento especializado: una opción para no cometer errores
Dado que retirar amianto no es un trámite sencillo —requiere empresa autorizada, plan de trabajo, memoria técnica y gestión del residuo— muchas personas optan por delegar el proceso.
Servicios como Tramita.cat permiten que un técnico competente se encargue de:
- Redactar la memoria.
- Completar anexos.
- Revisar presupuestos.
- Presentar la solicitud.
- Responder a requerimientos de la administración.
Esto evita errores, agiliza el proceso y garantiza que la solicitud se presenta correctamente y dentro de plazo.
Mirando hacia las próximas convocatorias
Con las ayudas para 2026 en preparación y la prohibición del amianto en 2032 acercándose, cada vez más propietarios están empezando a organizar la documentación con meses de antelación. Adelantarse al proceso permite solicitar la ayuda con tranquilidad, evitar errores innecesarios y aumentar las probabilidades de obtener apoyo económico para retirar definitivamente este material peligroso.
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