Las bolsas de basura se acumulan en las calles. La mayoría, estrechas. El miércoles toca recogida de plásticos. Apenas se escucha ruido alguno en Sant Andreu a las 22.30 horas. Poco después, los camiones de la basura suben por Coroleu, la calle de las bonitas casas centenarias. Estacionan e inician el proceso de reciclaje de las bolsas que los vecinos han dejado al lado de sus casas. De repente, el ruido es ensordecedor. De 70 decibelios. Molesta.

En Sant Andreu, entre Meridiana y Gran de Sant Andreu, el Ayuntamiento implementó el nuevo servicio de recogida de basuras puerta a puerta. Sin apenas aviso previo y con muchos ciudadanos descontentos. Eloi Badia, el concejal de Emergencia Climática, y Lucía Martín, concejala del distrito, conocen el malestar de los vecinos, molestos, sobre todo, con las limitaciones horarias para depositar las basuras, con el chip que llevan las bolsas. El miércoles, Metrópoli siguió la recogida. Las imágenes de este medio, que reproducimos en la siguiente fotogalería, hablan por sí mismas.

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