Seis municipios meten presión al tranvía de la Diagonal
Una plataforma convoca un 'viaje trampa' en el Trambesòs a favor de la unión
9 abril, 2018 15:37Noticias relacionadas
A menos de 24 horas de que previsiblemente el pleno municipal del Ayuntamiento de Barcelona tumbe el proyecto del tranvía de la Diagonal y la alcaldesa Ada Colau reciba un severo varapalo, cualquier iniciativa es buena para intentar darle la vuelta a la tortilla y meter presión a quienes no van a secundar el proyecto. Algo así es lo que ha intentado una plataforma -creada ex profeso para defender la unión de los tranvías (Unim els Tramvies)- organizando un poco inocente y reivindicativo encuentro de varios alcaldes metropolitanos en el Trambesòs al que se han apuntado la propia Colau, la alcaldesa de Badalona, Dolors Sabater; el alcalde de Sant Adrià de Besòs, Joan Callau; y el alcalde de Sant Feliu de Llobregat, Jordi San José. Esplugues ha enviado a su teniente de alcalde, Eduard Sanz.
Los representantes de estos seis municipios han realizado juntos un recorrido en el tranvía -desde Sant Adrià hasta Ca l'Aranyó (en el distrito de Sant Martí)- que se ha convertido en un auténtico 'viaje trampa', sobre todo para los que ni se han planteado subirse, como el presidente del grupo municipal de ERC en el Ayuntamiento de Barcelona, Alfred Bosch, a quien le deben estar pitando los oídos como la válvula de una olla a presión. Colau ha lanzado una demagógica carga de profundidad a Bosch pidiéndole que “priorice los intereses de la ciudad y de su entorno metropolitano” a los de su partido, al parecer, está en su contra (según la alcaldesa).
Los ataques a Alfred Bosch se han aderezado con una escenificación de Colau a lo Poncio Pilatos: lavándose las manos ante el inminente fracaso del proyecto estrella de su legislatura. Su advertencia de que ella tiene “todo listo” para que la conexión entre tranvías arranque y de que la culpa de todo es de los partidos de la oposición, por no seguirle el juego, ya ha ido en esa línea. “Es la hora de poner los intereses de la ciudad y de los ayuntamientos metropolitanos por delante de las siglas y los intereses partidistas", ha reivindicado Colau en una oda a la demagogia de manual.
El otro punto por el que chirría del proyecto (que será pagado con dinero público pero gestionado por una empresa privada) tampoco debería ser un problema (como plantea ERC) en opinión de Ada Colau y los alcaldes que la han respadado, porque la intención de los municipios es “avanzar” hacia una gestión pública del tranvía de la Diagonal , algo de lo que no se conocen detalles ni hay calendario. La razón de que se trate únicamente de un anuncio de buenas intenciones es que una hipotética 'municipalización' de la gestión del tranvía no es posible si no se rescata la concesión (y se indemniza con una fuerte suma a TRAM, la empresa adjudicataria de las dos líneas actuales).
RECUPERAR LA CONCESIÓN CUANDO FINALICE EN 2032
La otra opción es esperar a que finalice la concesión del Trambesòs y del Trambaix en el 2032. Inexplicablemente, la alcaldesa de Badalona ha defendido que ya se avanza hacia esa gestión pública, así que el hecho de que el tranvía de la Diagonal vaya a tener ahora (y durante no se sabe cuanto tiempo) una gestión privada no es una excusa para votar en contra. “La gestión no puede boicotear algo tan importante como el tranvía que une todas las ciudades metropolitanas”, ha defendido Sabater, en otro claro ataque a ERC, una formación ya ha dejado más que claro que no se va a dejar amedrentar.
Por cierto, ha llamado la atención que no hayan sacado billete en el 'viaje trampa' reivindicativo ni la alcaldesa de L'Hospitalet, Nuria Marín, ni los alcaldes de Cornellà (Antoni Balmón) y de Sant Joan Despí (Antoni Poveda). ni tampoco ningún concejal en su nombre. Lo mismo es porque la premisa de que los grandes beneficiarios de la unión de los tranvías son los municipios metropolitanos no se sustenta del todo.
De hecho, desde Cornellá y L'Hospitalet es más práctico desplazarse a Barcelona directamente en metro o incluso en Renfe, porque el viaje en el Trambaix se hace eterno. Tanto es así, que muchos vecinos de Sant Joan Despí que usan el tranvía para ir al centro de Barcelona, por ejemplo, se apean mayoritariamente del vagón cuando llegan a Cornellà, donde hacen trasbordo con la línea L5 del suburbano, que es muchísimo más rápida, o con un tren de Rodalies de Renfe, que tiene parada en Sants, en la plaza Catalunya y La Sagrera.
SENTIDO COMÚN FRENTE A CÁLCULOS PARTIDISTAS
En su intervención, el alcalde de Sant Adrià ha subrayado que conectar ambas redes es de "sentido común", mientras que el de Sant Feliu ha destacado que los partidos que no apoyan el proyecto abandonen el cortoplacismo y ”los calculos partidistas” en aras de la mejora de la movilidad y la calidad del aire del área metropolitana. El teniente de alcalde de Esplugues ha pedido a todos los grupos municipales que sean “más solidarios y abiertos” porque "la movilidad es una cuestión metropolitana y no local".
Por otro lado, el portavoz de Unim els Tramvies, Ricard Riol, ha denunciado que el boicot del pleno de Barcelona al proyecto es prácticamente algo poco democrático porque "la soberanía del transporte público es metropolitana". "El único freno que tenemos es político, no social", ha aseverado, Riol, obviando que, según las consultas y las encuestas, el apoyo al tranvía de la Diagonal no es aplastantemente mayoritario entre los barceloneses, quienes, en general, no lo ven como una prioridad.