Antes de que en el Siglo XX Poblenou se posicionara como uno de los barrios residenciales más poblados de la ciudad de Barcelona, este distrito fue durante los siglos XVIII y XIX la zona industrial por excelencia de la capital catalana. Lo que actualmente es uno de los barrios más de moda de la ciudad, tanto para vivir como para disfrutar de su inmensa oferta de restauración, durante muchos años fue conocido como el "Manchester catalán", por el movimiento industrial que acogían sus calles y viejas fábricas.
Su evolución, gracias al impacto de los Juegos Olímpicos y al conocido Proyecto 22@, ha posicionado al barrio como uno de los más innovadores y vanguardistas de la capital catalana.
IMPULSOR DE LA INDUSTRIA ALGODONERA
Sus inicios están muy relacionados con su cercanía al mar. La gran cantidad de agua que se situaba próxima al barrio, gracias a su situación costera, unido al precio por metro cuadrado y a la extensión que quedaba libre para poder construir, hicieron del distrito de Poblenou el lugar perfecto sobre el que iniciar, desarrollar e impulsar la industria catalana. Hasta situarla como una de las más punteras de toda Europa. Tanto es así que en el Siglo XIX, en Poblenou se concentraba el 40% de la industria algodonera que se podía encontrar en Barcelona. Toda una demostración del impacto que este barrio suponía en el tejido industrial no solo de Catalunya, sino de toda España.
El primer núcleo urbano de la ciudad se construyó en torno a una de las plazas que actualmente actúa como una de las señas de identidad del barrio, la plaza del Prim. A posteriori, y debido a la gran afluencia de gente que hacía vida en el barrio, tuvo que ir creciendo hasta tener la misma extensión con la que cuenta en la actualidad.
EL PROYECTO 22@
Durante el periodo comprendido entre los años 60 y 70, Poblenou tuvo que recorrer el camino inverso que lo había llevado a convertirse en un referente a nivel industrial, enfrentándose a uno de los caminos de desindustrialización más notorios que se han podido ver en España. Los amplios solares que dejaron tras de sí la gran cantidad de empresas y diferentes industrias que cambiaron sus ubicaciones fueron rápidamente ocupados por diferentes empresas de transportes, talleres y almacenes, que vieron en el barrio una oportunidad única sobre la que desarrollar sus diferentes trabajos.
Sin embargo, no fue hasta el año 2000 cuando se inició el conocido Proyecto 22@, un movimiento orquestado por el Ayuntamiento de Barcelona con el que se transformaron un total de 200 hectáreas de suelo industrial en uno de los barrios más innovadores y cosmopitas con los que cuenta la ciudad. Desde ese mismo año, se estima que un total de 4.500 empresas han escogido esta zona como el barrio sobre el que asentar sus cimientos.