Descontrol absoluto a las puertas de Razzmatazz. Decenas de jóvenes, muchos de ellos estudiantes americanos de Erasmus en Barcelona, se agolparon este viernes, 4 de marzo, a la entrada de la sala, formando un tapón humano. En las imágenes se puede ver el gran número de personas apiñadas.

Al lugar acudieron al menos cinco coches de la Guardia Urbana, que informaron a los vecinos del Poblenou que no podían multar a la discoteca. "La calle parecía la discoteca", comenta a Metrópoli una vecina de la zona, que pidió a los agentes que actuasen ante el elevado volúmen de la música. "Dijeron que los decibelios no sobrepasaban los límites, según el medidor de Razzmatazz".

EMPUJONES Y PUÑETAZOS

El vecindario, harto de la situación que se repite cada fin de semana en el barrio, relata cómo los propios estudiantes terminaron empujándose y dándose puñetazos. 

Peleas más que vistas en estas calles, que presencian decenas de altercados, botellones y actos vandálicos, incluso robos.

"NO PODEMOS APARCAR"

Esa noche se cortó la calle Almogàvers para mayor comodidad de la discoteca. Una medida que el vecindario denuncia: "Tenemos que dar una vuelta enorme para aparcar". Por no mencionar la imposibilidad de estacionar por miedo a que les revienten los cristales o salten encima de los vehículos.

Por ello, los residentes de la zona salieron a manifestarse la misma noche con pancartas que rezaban "Queremos dormir". Una pesadilla que no cesa y que la Administración no soluciona.

El vecindario de Pere IV se manifiesta contra los botellones / CEDIDA

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