La Sala Bóveda de Barcelona lleva a cabo un giro de timón en las tardes de los sábados. Después de que un coliving aledaño emitiera una queja al Ayuntamiento por exceso de ruido, el consistorio impidió la celebración de conciertos en la sala por los decibelios. Ahora, no obstante, la sala de conciertos se pone nostálgica y trae de vuelta las fiestas de la era dorada del Triángulo Golfo de Sant Martí.
Bajo el nombre de La Movida, la popular discoteca, la última especializada en punk, rock y metal, celebrará una fiesta en las tardes de un sábado cada mes. La próxima, explican a Metrópoli desde Bóveda, tendrá lugar este sábado, 15 de marzo, de 18:00 a 23:00 horas. Para la siguiente, habrá que esperar al 30 de abril.
Sesiones remember
Y lo hacen cambiado el registro, "recordando el Triángulo Golfo de Marina de los años 80 a los 2000". No se pierden los grandes himnos del rock y el pop/rock español de esas décadas, pero se abre la puerta a los "hits poperos", al "pachangueo bailable", pero también al techno.
Cartel de la próxima fiesta de 'La Movida' en Barcelona
La nueva fiesta "recuerda a la Bóveda de la calle de Pallars, que fue nuestra sala madre", detalla Óscar Martínez, DJ y gerente de la sala, ubicada hoy en día en el número 33 de la calle de Roc Boronat, en el barrio del Poblenou de la capital catalana.
El precio de las entradas es de nueve euros de forma anticipada e incluye una consumición. En taquilla, el acceso con consumición costará 14 euros. Si se elige la entrada con dos consumiciones, el coste asciende a 10 euros con entrada anticipada y 15 si se compra en taquilla.
Sustitución de los conciertos
El tributo nace como respuesta al descubierto de la tarde de los sábados, una franja de actividad de la sala que se ha quedado vacía este 2025 después de la intervención municipal a finales de año.
Fachada de la Sala Bóveda de Barcelona
El distrito de Sant Martí ordenó el pasado noviembre el cierre parcial de la sala, lo que obligó a la misma a cancelar unas 80 actuaciones ya programadas de grupos, sobre todo, locales y emergentes.
Polémica con un coliving
Tras la queja se hallaba una empresa que había creado un coliving para estudiantes norteamericanas en la misma manzana. Para ello se adaptó un antiguo local, rehabilitándolo y adquiriendo una cédula de habitabilidad.
La intervención de la figura de la alcaldesa de noche, encarnada en Carmen Zapata, así como también de asociaciones como Fecalon y Asacc impidió el cierre total del establecimiento. No se pudieron salvar unos conciertos que, según explicó la sala, suponía un primer trampolín para muchas de las bandas antes mencionadas.
Interior de la Sala Bóveda de Barcelona
Ahora, ese espacio cuenta con una nueva vida que supone, por un lado, una apuesta para la viabilidad del establecimiento y, por el otro lado, una ventana abierta al recuerdo de lo que fue en su día el Triángulo Golfo, que fue una de las principales zonas de fiesta de la capital catalana.