Final feliz. Un pequeño cachorro ha sembrado el pánico durante varios minutos a los vecinos de Sants, pues el animal se encontraba en el balcón de una finca en verdadero peligro. El balcón estaba abierto y las opciones de que cayera eran reales.

La tensión se ha mascado durante un largo periodo de tiempo en la calle Creu Coberta, mientras la policía y los Bomberos intentaban acceder al interior de la casa, en la que sus propietarios no se encontraban.

De la tensión al alivio

En un primer momento, las fuerzas de seguridad catalanas han entrado en el piso colindante, pues sus vecinos sí se encontraban en el interior de este. Pero el tiempo apremiaba y el nerviosismo del perro ha provocado que terminaran forzando la puerta y rescatando al pequeño animal.

Los asistentes al rescate han respirado aliviados y, afortunadamente, el incidente se ha saldado sin que el animal haya sufrido ni un rasguño.