Los jardines de la Mediterrània se han convertido en un foco de incivismo. Esta zona verde ubicada en la Marina de Port acumula quejas vecinales por las problemáticas que generan quienes allí se concentran en horario nocturno. Tras el cierre de los locales de restauración, diversos grupos utilizan el parque para organizar botellones y protagonizan otros actos vandálicos, que generan desperfectos y molestias a los vecinos, especialmente por ruidos hasta altas horas de la noche.
Para paliar esta situación, el Ayuntamiento ha optado por frenar la concesión de nuevas licencias para la instalación de terrazas en este ámbito, además de revisar el horario de éstas dos años después de que el consistorio avanzara una hora su cierre para rebajar el incivismo en el recinto y sus alrededores.
Más de una década de incivismo
El consistorio barcelonés ha dado luz verde al Criterio Territorial para la instalación de terrazas en los jardines, una medida contra la que se pueden presentar alegaciones al no estar aprobada de manera definitiva.
Un informe municipal reconoce la problemática de incivismo, y destaca que los vecinos que se encuentran en los aledaños han realizado quejas reiteradas durante los últimos 12 años. Situaciones de inseguridad, vandalismo, falta de higiene, consumo de drogas y, especialmente, ruido, son las temáticas que engloban las protestas de los residentes.
El escrito recuerda que el espacio es, físicamente, un interior de manzana en el que las viviendas tienen orientadas sus ventanas y balcones hacia los jardines, lo que agrava la situación que viven los vecinos.
Restricciones a la restauración
La aprobación municipal tiene dos afectaciones principales hacia la restauración. Por una parte, el Ayuntamiento valorará la reducción del horario de terraza para ampliar el tiempo de descanso de los residentes. El consistorio, que también continuará impulsando inspecciones periódicas a estos locales, dejará de otorgar nuevas licencias para la apertura de nuevos bares y restaurantes en este ámbito.
La medida, que llega casi dos años después de que el gobierno municipal recortara una hora el horario de las terrazas en el entorno de los jardines, afecta a nueve locales de restauración, seis de los cuales se encuentran en la calle de Alts Forns, dos en la vía de Mare de Déu de Port y un noveno en la calle de la Foneria.
Problemática recurrente
Carmen Higueras, presidenta de la Asociación de Vecinos de la Vinya, afirma que se trata de una “problemática recurrente” que se trata con los cuerpos policiales y el consistorio, y apunta que “muchas veces se incumple el horario de cierre de los bares”. “Exigimos al Ayuntamiento que haga cumplir la normativa, y a la policía más vigilancia contra el incivismo”, señala.
La líder vecinal explica que estas situaciones no solo se viven en los jardines de la Mediterrània, sino que llegan a otros puntos del barrio, en especial a la “plaza de la Marina y a la Casa del Reloj”.
Botellones y trapicheo
Otras fuentes vecinales de la zona exculpan a la restauración de estas problemáticas. “No es la restauración. Es la gente que después se monta el botellón, hay trapicheo... Existe el mismo problema continuamente. La Guardia Urbana ni para, la gente lo da como asumido”, aseguran.
Las mismas fuentes destacan que la problemática es constante, y temen la llegada de la temporada estival. “En verano la situación se da cada día, no solo los fines de semana. Dormir con la ventana abierta es un tormento. El respeto a los vecinos es cosa del pasado”, lamentan.
Sin Comisión Técnica de Terrazas
El Gremi de Restauració alegará contra esta aprobación. Fuentes de la organización aseguran que el foco se pondrá en la falta de convocatoria de la Comisión Técnica de Terrazas para llevar a cabo este cambio, una medida prevista por la ordenanza municipal y a raíz de la cual el área de Urbanismo debería haber elaborado un informe que no se ha realizado.