El parque de las Tretze Roses en la Marina del Prat Vermell ha abierto sus puertas, convirtiéndose en el nuevo pulmón verde del barrio. Con una extensión de 21.000 metros cuadrados, este parque no solo es un espacio recreativo, sino también el núcleo alrededor del cual se está construyendo un nuevo vecindario en el distrito de Sants-Montjuïc.
La creación del parque, llevada a cabo por el Institut Municipal d'Urbanisme, ha tenido una inversión de aproximadamente 5,5 millones de euros y ha requerido casi dos años de trabajo. Raquel Gil, concejala del distrito de Sants-Montjuïc, celebró su inauguración, destacando que el parque responde a una larga demanda de la comunidad local y de los movimientos sociales que han trabajado arduamente para obtener espacios verdes en la zona. Gil enfatizó que el parque será un motor clave en la transformación de este barrio en expansión, que en el futuro albergará a unos 28.000 habitantes.
Ubicado entre las calles de Pontils, Ulldecona, Cal Cisó, Ferro y Arnès, el parque de las Tretze Roses está compuesto por diversos espacios interconectados que ofrecen una amplia variedad de actividades y experiencias. El parque cuenta con un prado pequeño, ideal para juegos y reuniones, que tiene una pendiente suave para facilitar el uso del espacio en eventos infantiles o actividades comunitarias. Además, hay un prado más grande, delimitado por dos muros vegetales de diferente color, que también sirve como depósito de infiltración para aguas pluviales.
Así es el nuevo parque de la Marina del Prat Vermell
En el corazón del parque se encuentra una plazoleta central, diseñada como un punto de encuentro que conecta visualmente con los dos prados y sirve como mirador. Este espacio está rodeado por un jardín en pendiente, con varias escaleras y una rampa que facilitan el acceso a todos los usuarios. Al final de la pendiente del prado grande, se ubica otro jardín que actúa como zona de absorción de aguas, contribuyendo a la recarga del acuífero subyacente. Este jardín está compuesto por cantos rodados de río y plantas propias de zonas húmedas, como tamarindos y juncos.
El parque alberga un total de 117 árboles, de los cuales 83 son de nueva plantación. La selección de especies se ha enfocado en árboles mediterráneos, como encinas, robles y fresnos, junto con plantas autóctonas de bajo consumo de agua, asegurando la sostenibilidad del espacio. Todo el riego del parque se realizará con aguas freáticas o regeneradas, reflejando un compromiso con la xerojardinería y la gestión eficiente del agua.
Más de 100 bancos y sillas
Distribuidos a lo largo del parque hay más de un centenar de bancos y sillas, aparcamientos para bicicletas, fuentes, un quiosco y una pérgola fotovoltaica. En cuanto a la práctica deportiva, se han instalado elementos de calistenia en la zona próxima a la plaza Falset.
Uno de los mayores atractivos del parque es su área de juegos, que abarca casi 1.000 metros cuadrados y cuenta con un conjunto de troncos para trepar y equilibrarse, diseñado para ser accesible para niños y adultos con diferentes capacidades. Este espacio incluye una plataforma de transferencia para sillas de ruedas y ha sido probado con la ayuda de organizaciones locales que trabajan con niños con discapacidades, asegurando su funcionalidad y accesibilidad.
Además, el área de juegos incluye innovaciones como una pasarela basculante para sillas de ruedas y una mesa de rodillos para deslizarse. Complementan este espacio columpios, una hamaca, un arenal con mesa para jugar y una pizarra para pintar con tizas, garantizando diversión para niños de todas las edades e intereses.
El origen del nombre
El nombre del parque de las Tretze Roses fue elegido mediante una consulta popular, en homenaje a un grupo de trece jóvenes fusiladas por el régimen franquista en 1939. Un atril conmemorativo en el parque recordará su historia, honrando su memoria y la lucha por la libertad.