Barcelona levanta a contrarreloj un nuevo edificio de vivienda pública gracias a un sistema de construcción modular industrializada que permite montar el bloque en solo 10 días.
La promoción, ubicada en el número 22 de la avenida Carrilet (distrito de Sants-Montjuïc), contará con 40 pisos de alquiler para jóvenes y familias monoparentales, repartidos en nueve plantas, además de equipamientos municipales en la planta baja, sótano y primer piso.
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El cuarto teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, Jordi Valls, ha visitado este lunes las obras y ha destacado que se trata de un método "innovador" que acorta casi a la mitad los plazos de ejecución respecto a una obra convencional.
Según ha explicado, los módulos se fabrican en una nave industrial —lo que mejora las condiciones laborales y el control de calidad— y después se ensamblan en el solar.
Mismo coste, mayor calidad
El director de los servicios técnicos del Institut Municipal d'Habitatge de Barcelona (IMHAB), Juan Carlos Melero, ha subrayado que el coste es prácticamente igual al de la construcción tradicional, pero con una mejor calidad final, gracias al control de procesos que ofrece el entorno fabril.
Valls ha insistido en que este tipo de proyectos demuestra que el sector de la construcción puede ser un motor de innovación, y ha apostado por una mayor colaboración entre lo público, lo privado y el sistema financiero para afrontar el reto del acceso a la vivienda en la ciudad.