Debajo del colegio de los Salesianos de Sarrià se encuentra un refugio antiaéreo en muy buen estado de conservación. Se construyó en el año 1937 para proteger a los trabajadores de la fábrica de munición y vehículos de guerra. Ahora, sobre el refugio hay un colegio. Sin embargo, a pesar de ser un lugar histórico, su entrada no es apta para todos los públicos.
Es por ello que el Grupo Demócrata (PDeCAT) ha presentado un ruego al gobierno de Ada Colau (Barcelona en Comú) en el que pide su compromiso para “establecer una colaboración con el centro que permita en un futuro no lejano la apertura del refugio a los barrios de Sarrià y Les Tres Torres, al Distrito y al conjunto de la ciudadanía de Barcelona”.
“La voluntad política política de trabajar conjuntamente con la comunidad de los Salesianos permitiría poner en valor esta parte de la memoria histórica de la ciudad de Barcelona, hasta hace dos años desconocida”, manifiesta el partido tras una visita del regidor presidente del distrito, Jordi Martí, junto con otros miembros de la formación política.
GRAN SUPERFICIE
Este refugio de la Guerra Civil tiene una superficie de aproximadamente 400 metros cuadrados divididos en pasillos, con el espacio y la altura necesarios para proteger al personal de la fábrica de los bombardeos en Barcelona durante largos períodos y con las paredes suficientes para amortiguar la onda expansiva de las bombas.
Aunque la única forma de acceso a este espacio es a través de una pequeña puerta situda en el vestuario de las chicas del colegio de los Salesianos de Sarrià.
En diciembre de 2016 tres alumnos de bachillerato ganaron el tercer premio en EUSTORY, un concurso de historia para jóvenes de España, Portugal y Latinoamérica, con un trabajo de investigación sobre este refugio.