Las obras del Turó Park son, para muchos vecinos, un “auténtico despropósito”. Después del mal trago que han vivido con la prohibición de entrada a los perros y el consecuente traslado del pipi-can a los Jardines de Piscinas y Deportes –más conocido como el Parque del Dir– llega otra noticia: las obras para mejorar el parque van con retraso.
Este imprevisto ha causado una fuerte exaltación. “Por culpa del retraso de las obras hemos tenido que posponer la fiesta anual del barrio al mes de septiembre”, ha lamentado el presidente de la Asociación de Comerciantes y Vecinos del Turó Park, Bartolomé Criado, a Metrópoli Abierta. Y no solo eso, también las havaneras que daban el pistoletazo de salida a la fiesta se realizarán en el mismo mes, justo la semana de la Mercè.
Por otro lado, el Ayuntamiento ha decidido trasladar el concierto de homenaje a Pau Casals a la plaza del Rei, “sin consultar a nadie”. El traslado de este evento que marcaba el fin de fiestas ha enfurecido al barrio. Definitivamente, el Turó Park se ha quedado sin fiestas este verano.
MENOS BIODIVERSIDAD
Las quejas y las incógnitas siguen resonando a día de hoy. La biodiversidad, según los vecinos, se ha visto gravemente afectada. Cada vez hay menos árboles y aves, aseguran. Ahora están pendientes de las obras del lago. Antes la profundidad era de un metro y medio, pero “por motivos de seguridad”, el nuevo lago solo tendrá una profundidad máxima de 55 centímetros.
La reforma del Turó Park, en el Distrito de Sarrià-Sant Gervasi, empezó a finales de octubre con la intención de prolongarse durante seis meses. Es decir, que para abril tendría que haber terminado. Con una inversión de más de 800.000 euros, la rehabilitación pretende poner en valor el patrimonio natural y escultórico del parque.