Sucia, con malos olores, barro, agua verde en el estanque, palomas y... cacas de perro. Así es la plaza d'Adrià, ubicada al final de la calle Santaló y al lado de Muntaner, en el barrio de Galvany. Una plaza emblemática que se encuentra en un evidente estado de abandono. El Grup Municipal Demòcrata del distrito de Sarrià-Sant Gervasi, encabezado por el regidor Jordi Martí, se ha reunido este miércoles para exigir al Ayuntamiento de Barcelona una reforma urgente.
“Es un entorno olvidado y degradado”, ha recalcado el regidor en rueda de prensa. “Antes la gente hacía vida aquí, pero ahora es imposible”, ha lamentado Salvador Albuxeich, de la Asociación de Comerciantes Barnavasi, presente en el acto. “Somos los eternos olvidados”, ha recalcado.
Por su parte, el regidor ha recordado que en el mandato de Xavier Trias el partido realizó un proceso de participación ciudadana y unos estudios preliminares con el objetivo de “redinamizar comercialmente la plaza”.
Es por eso que una de sus propuestas pasa por pacificar la zona y pavimentarla. Asimismo, han considerado rehacer el espacio verde y depurar el estanque donde se encuentra la emblemática fuente.
Otras de las grandes problemáticas abordadas durante el encuentro es el aparcamiento y la falta de espacio para maniobrar. “Los vehículos tienen que invadir la acera para poder aparcar”, han recordado.
LA ESTATUA DE CARRASCO FORMIGUERA
Por otro lado, han hecho hincapié en el monumento (un cubo) que rinde homenaje a Carrasco Formiguera, político y abogado español fusilado por el régimen franquista. Lleva ahí desde 2003, cuando gobernaba la ciudad Joan Clos, del PSC. “Hay que plantear un mantenimiento diferente porque las palomas se suben sobre la estructura y está llena de suciedad”, han contado a Metrópoli Abierta.
Así pues, han pedido al consistorio de Ada Colau tomar cartas sobre el asunto y, en caso de que se niegue –tal como pasó en el ruego que presentaron dos años atrás–, el partido se compromete a invertir en la plaza si gobierna.