En junio de 2008, en el mercado de Vallvidrera solo había una parada. Era una carnicería y la regentaba Montserrat Cervera. Cervera llevaba más de 25 años al frente del negocio, pero el equipamiento municipal estaba condenado al cierre y a los pocos meses de que el diario 20 minutos plasmara su situación bajó la persiana definitivamente. Una década después, el mercado sigue cerrado, deteriorándose cada día que pasa, a la espera de que un nuevo proyecto ofrezca una nueva oportunidad al edificio, y sin que el Ayuntamiento de Barcelona lleve a cabo ningún mantenimiento.

Desde hace años, los vecinos reivindican convertir el mercado en un centro cultural. Cuando el equipamiento cerró mandaba en la ciudad Jordi Hereu, pero ni éste, ni sus sucesores, Xavier Trias y Ada Colau, llevaron a cabo la remodelación. El final del mandato anterior ha coincidido con la licitación de las obras, por valor de 1.659.936, 25 euros (IVA incluido), para transformar el edificio en un equipamiento para albergar teatro y conciertos. Será la primera vez que un mercado de alimentación cambiará de usos para dedicarse a la cultura. Puntualmente, las entidades del barrio utilizan el viejo mercado como lugar de ensayo o cooperativa de consumo, pero ni así se ha evitado la degradación del edificio

14 MESES DE OBRAS

Fuentes municipales aseguran que las obras empezarán en otoño y se prolongarán durante 14 meses, es decir el nuevo equipamiento tendría que ser una realidad a finales de 2020. Eso si no se producen nuevos retrasos. Los trabajos de remodelación debían haber empezado el verano pasado, pero la transformación se detuvo porque no se previó un aislamiento acústico suficiente y se propuso como solución instalar una caja insonorizada de unos 230 metros cuadrados que ha encarecido el proyecto unos 300.000 euros más, hasta los más de 1,6 millones.

El nuevo equipamiento cultural tendrá unos 700 metros cuadrados. Aunque no se trata de un inmueble protegido, el Ayuntamiento quiere rehabilitar la fachada y el tejado y conservar los elementos decorativos originales. La planta baja, de cerca de 560 metros cuadrados, se convertirá en una sala con capacidad para 260 personas y se podrá adaptar en función de las necesidades, afirma el Ayuntamiento de Barcelona. El equipamiento también tendrá otras salas de unos 20 metros cuadrados, un vestíbulo, un bar-office, almacén, vestuario y lavabos, y en las plantas primera y segunda también se ubicarán las instalaciones de climatización. 

56 AÑOS ABIERTO

El antiguo mercado de Vallvidrera se encuentra en la confluencia de las calles de los Reis Catòlics y la Carretera de l'Església, en pleno centro del barrio, junto al centro cívico, la biblioteca, el campo de fútbol y una escuela. Se trata de un edificio construido por los arquitectos Bonaventura Bassegoda y Adolf Florensa. En 1953, cuando fue inaugurado, el mercado disponía de 42 paradas. Cuando bajó la persiana, 56 años después, solo quedaba una. La falta de clientela por los cambios de hábitos, la crisis y la pérdida de población finiquitaron el mercado de Vallvidrera.

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