Los Mossos d'Esquadra desalojaron este viernes por la noche una concentración que el Sindicat d'Habitatge de Cassoles había convocado para celebrar la ocupación de un bloque de pisos en el número 28 de la calle Regàs, en el barrio de Sant Gervasi-Galvany, en Barcelona. En definitiva, la policía catalana acabó con una okupación ilegal tras cargar contra quienes promovieron esa acción en la zona alta de la capital catalana.
La entidad asegura que la ocupación se hizo efectiva el martes y que con motivo de la Diada se organizó una cena popular. La versión del cuerpo policial difiere y afirma que acudieron al lugar después de que saltara la alarma del inmueble (unos pisos de lujo vacíos hace dos años) y que el mismo propietario denunciara los hechos.
QUEJAS VECINALES
Además, varios vecinos ya habían llamado al 112 para quejarse por el ruido y para informar de una fiesta con unas 50 personas que no respetaba las medidas anticoronavirus trazadas por la Generalitat.
Por este motivo, sobre las 22.30 horas del viernes varias patrullas de los Mossos -con dos furgonetas de la Brigada Móvil (Brimo)- y de la Guardia Urbana se desplazaron al lugar. Según fuentes de la policía autonómica, se encontraron que los concentrados no colaboraban e impedían el acceso al edificio para comprobar si estaba ocupado desde hacía días -como aseguraba el Sindicat d'Habitatge de Cassoles- o acababa de ser forzado, tal como indicaba la activación de la alarma.
Unos minutos más tarde llegó el propietario, que dijo no tener constancia de que el inmueble estuviera ocupado y aseguró que los jóvenes habían intentado entrar esa misma noche, lo que no lograron por la llegada de los agentes, indicaron fuentes policiales. Fue entonces cuando se produjo la carga policial en la calle de Regàs, con momentos de tensión, algún porrazo, empujones y varios contusionados. Los agentes denunciaron los responsables de la concentración y levantaron acta por los delitos de ocupación, en grado de tentativa, desobediencia y resistencia a la autoridad.