Polémica por el nombre que llevará la biblioteca de Sarrià cuando ni siquiera se ha puesto ni un ladrillo. La pasada semana, la disputa pasó de las calles al pleno del distrito. La propuesta de que el equipamiento lleve el nombre de Josep Vicenç Foix, un escritor nacido en Sarrià, ya no está tan clara y ahora la opción es que la denominación del futuro edificio salga de un proceso participativo.
El debate ha llegado a la arena política y no siempre con buenas palabras. El jueves 20 de mayo, el pleno del distrito rechazó una propuesta del PSC de llamar a la biblioteca J.V. Foix, como firmaba el autor. Incluso Barcelona en Comú, socio de los socialistas en el gobierno de la ciudad, votó en contra. El concejal de Sarrià-Sant Gervasi, Albert Batlle, no se lo tomó nada bien y dijo que era "una gran vergüenza".
"UNA GRAN VERGÜENZA"
El teniente de alcaldía señaló directamente al partido de Ada Colau, ERC y JuntsxCat, las tres formaciones que votaron en contra. "Estamos a punto de conmemorar el centenario de la incorporación de Sarrià al municipio de Barcelona. Y en el centenario de esta celebración quedará como una gran vergüenza que ERC, JuntsxCat y los comunes han votado en contra de dar el nombre de la biblioteca a Foix, probablemente el sarrianenc más ilustre... Costará mucho sacar esta mancha", dijo un indignado Batlle. Barcelona pel Canvi, PP y Ciutadans apoyaron a Batlle pero con votos insuficientes.
Mientras el pleno tumbaba la iniciativa socialista, la propuesta de Barcelona en Comú de iniciar un proceso participativo para escoger el nombre de la biblioteca recibió el visto bueno. La idea de los comunes fue refrendada por los republicanos y por el partido de Elsa Artadi. Para Batlle, trasladar la decisión a un proceso participativo es una irresponsabilidad porque de él puede salir cualquier cosa, mientras que la consejera de ERC, Mercè Amat, quiere que la biblioteca lleve el nombre de una mujer. Fuentes municipales dicen ahora que todavía hay que ver cómo se hace el proceso participativo.
OPINIONES DISTINTAS DE LAS ENTIDADES
Las posiciones tampoco son unánimes en la calle. La Fundación J.V. Foix defiende poner el nombre del poeta a la biblioteca. El equipamiento es una reivindicación histórica del barrio desde hace 20 años. Entonces, llamar al inmueble J.V. Foix era una opinión generalizada. Ahora, sin embargo, no es así. En la asociación de vecinos de Sarrià hay opiniones distintas. La entidad es partidaria de abrir un proceso participativo y que se tengan en cuenta nombres de personas ilustres del barrio, desde Foix a mujeres como Carme Karr o Dolors Monserdà.
Mientras se decide el nombre del equipamiento, la construcción del mismo ha dado un paso mas. Las obras ya han sido adjudicadas por 14,6 millones de euros, IVA incluido, en dos lotes [ver aquí]. El más importante, la edificación, ha recaído en la UTE formada por Copisa, Constructora Pirenaica y Solvetia, mientras que las instalaciones las ejecutará la empresa Cobra. Los trabajos deben empezar este julio y se prolongarán, si no hay retrasos, durante algo menos de dos años, confirman fuentes municipales.
EN LA MISMA PLAZA DE SARRIÀ
La biblioteca se ubicará en la misma plaza de Sarrià, delante de la Iglesia de Sant Vicenç, donde ahora solo hay un antiguo edificio expropiado y derribado. El citado solar es de propiedad municipal y es donde se levantará la futura biblioteca de Sarrià y la nueva sede del distrito, que se incluye en el proyecto. También están contempladas las obras de apertura de la calle Menor de Sarrià y la pavimentación de un tramo de acera del paseo de la Bonanova y la zona de acceso del nuevo equipamiento.
El nuevo edificio tendrá las siguientes plantas: una de subterránea, otra de semisubterránea, planta baja, tres pisos superiores y una zona de azotea. La superficie construida será de 5.397 metros cuadrados, de los que 4.831 metros cuadrados serán de superficie útil. La biblioteca tendrá unos 1.496 metros cuadrados, incluidos los exteriores, y ocupará principalmente las plantas baja y primera.
INCLUIRÁ LA SEDE DEL DISTRITO
La decisión de trasladar al nuevo inmueble la sede del distrito es por falta de espacio y por el elevado alquiler que se paga por las dependencias de la calle de Anglí, destacaron fuentes municipales hace unos meses. El equipamiento albergará oficinas del Ayuntamiento principalmente en las plantas segunda y tercera, con 1.440 metros cuadrados de superficie útil, incluidos los exteriores.
El proyecto incorpora también una sala de actos polivalente -con 596 metros cuadrados útiles- que podrá ser utilizada como aula. Finalmente, el archivo municipal de Sarrià no se trasladará por falta de espacio. La azotea, por su parte, se destinará a usos cívicos y ciudadanos.
Entre los grandes beneficiados de la construcción de la biblioteca estarán los centros educativos de Sarrià, uno de los barrios con una mayor concentración de escuelas. Entre otros podrán hacer uso del nuevo equipamiento los estudiantes de los colegios Orlandai, Sant Marc, Sant Ignasi, Santa Clara y el Institut Químic de Sarrià.
Azotea del edificio de la biblioteca de Sarrià / AYUNTAMIENTO DE BARCELONA
20 AÑOS DE RETRASO
La construcción de la biblioteca acumula unos 20 años de retraso. El proyecto quedó listo en tiempos del alcalde Xavier Trias. Los vecinos vieron el proyecto básico en 2017, y la intención era que se empezará a levantar entre finales de 2017 y finales de 2018. Posteriormente se pospuso a principios de 2019. El último retraso vino provocado por la pandemia. La intención era licitar el proyecto en marzo de 2020, pero se paralizó por el coronavirus.
Durante el pasado mandato, el principal hándicap fueron problemas técnicos sobrevenidos que encarecieron la construcción y retrasaron las obras. Una parte del edificio se tiene que levantar sobre un tramo de túnel de los Ferrocarrils de la Generalitat y fue necesario introducir mejoras para garantizar la estabilidad del túnel y evitar vibraciones en la futura biblioteca.