Sarrià, un lunes de agosto a las 12 del mediodía. Las calles, habitualmente animadas por familias y jóvenes, están desiertas. Es una imagen habitual de la temporada vacacional: persianas bajadas, plazas silenciosas y un ritmo pausado que contrasta con el bullicio veraniego que se vive en otras partes de la ciudad. Metrópoli ha salido a la calle para preguntar cómo se vive en este barrio durante la temporada vacacional.
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1 de 11 Sarrià, vacío durante las vacaciones de agosto
ÒSCAR GIL -
2 de 11 Los restaurantes, cerrados
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3 de 11 Sarrià, vacío durante las vacaciones de agosto
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4 de 11 Persianas bajadas
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5 de 11 Sarrià, vacío durante las vacaciones de agosto
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6 de 11 Sillas apiladas de un restaurante
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7 de 11 Persianas bajadas en una casa de Sarrià
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8 de 11 Los comercios también aprovechan para cerrar
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9 de 11 Sarrià, vacío durante las vacaciones de agosto
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10 de 11 Persianas bajadas en una casa de Sarrià
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11 de 11 Sarrià, vacío durante las vacaciones de agosto
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