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Las terrazas de la calle de Mandri de Barcelona cerrarán antes, mucho antes, para evitar el macrobotellón que ya casi de forma tradicional se forma en el día de Navidad. 

A las 17:00 horas, los bares y restaurantes de la calle del distrito de Sarrià-Sant Gervasi recogerán las mesas y dejarán de servir en la calle para, por otro lado, evitar sanciones de la Guardia Urbana como las del año pasado.

Según ha avanzado La Vanguardia, los restauradores recibieron multas de hasta 4.500 euros por haber servido bebidas en vasos de plástico y por el ruido causado en la calle a causa del botellón. No obstante, critican que la decisión de servir así las bebidas fue una recomendación que hizo de forma previa el cuerpo municipal

Así, la asociación comercial de Mandri ha acordado con el Ayuntamiento que, a partir de esa hora, solo se servirá en el interior de los establecimientos y se vigilará el aforo y que ningún cliente salga con bebidas a la calle.

'Tradición' navideña

Los comerciantes han mostrado cierta satisfacción al respecto, en tanto que saben cómo proceder y de esta forma se logra evitar que se les relacione con un botellón del que siempre han buscado desvincularse.

Se espera que esta próxima Navidad, por cuarto año consecutivo, cientos de jóvenes vuelvan a reunirse en la calle de la zona alta barcelonesa para beber hasta la madrugada.