El escopetero de los Mossos d'Esquadra se ha sentado este miércoles en el banquillo acusado de disparar la pelota de goma que dejó sin un ojo a Òscar Alpuente. Los hechos se remiten a 2009, tras la celebración de la Champions del FC Barcelona en las proximidades de la plaza Catalunya. El joven acusa al agente de un delito de lesiones por imprudencia grave por el que pide tres años de prisión, mientras que la fiscalía considera que no puede confirmarse la identidad del policía que disparó.

Sucedió la madrugada del 28 al 29 de mayo: la celebración del título del Barça derivó en altercados donde intervinieron efectivos Brigada Móvil (antidisturbios) de los Mossos, entre ellos las furgonetas Drago 110 y Drago 111 que acudieron, concretamente, al cruce de paseo de Gràcia con la calle Diputació.

Allí, siguiendo las órdenes de su superior -según ha declarado en juicio el acusado y sostiene la Fiscalía- los escopeteros de las dos furgonetas dispararon salvas (lanzamientos sin munición con el objetivo de dispersar) y pelotas de goma.

El agente acusado ha asegurado que cumplían la distancia reglamentaria para los lanzamientos -"Había unos 50 metros aproximadamente"- y que él, en concreto, disparó salvas y una sola pelota, y ha añadido que no fue consciente que una persona se había herido hasta mucho después.

El joven que recibió el pelotazo, Óscar Alpuente, ha dicho al tribunal que subía con dos amigos por paseo de Gràcia para escapar de los disturbios de la plaza Catalunya cuando recibió el impacto; se calló al suelo y la gente que estaba a su alrededor lo trasladó detrás de un quiosco para protegerlo.

En la primera sesión del juicio, que ha comenzado este miércoles en la Audiencia de Barcelona, han declarado también los dos amigos que estaban con él y han asegurado que en esa zona no había incidentes, siendo el único el protagonizado por un individuo que lanzó una botella de vidrio a una furgoneta de los Mossos y que, supuestamente, fue lo que desencadenó los disparos policiales.

PRESENCIA DE QUINTANA Y TANNO

Al juicio han acudido para apoyar a Alpuente otras dos víctimas que perdieron un ojo por disparos de los Mossos d'Esquadra en diferentes intervenciones policiales: Ester Quintana y Nícola Tanno, secundados por la plataforma Stop Balas de Goma.

En el caso de Quintana, un tribunal absolvió a los dos mossos acusados -un escopetero y el superior que dio la orden de disparar- por unos hechos acaecidos en la huelga general de noviembre de 2012 al no poderse concluir qué fue lo que la dejó sin ojo.

La causa judicial por las lesiones de Nicola Tanno ya no llegó a juicio al no poder averiguarse qué policía había disparado -durante la celebración del Mundial de España en 2012- y se archivó ya en fase de instrucción; en ambos casos, la Generalitat indemnizó a las víctimas.