Agentes de los Mossos d'Esquadra han detenido a cuatro personas acusadas de formar parte de un grupo criminal especializado en robos con fuerza en domicilios aislados por toda Catalunya. La Guardia Civil informó el pasado 10 de julio a la policía catalana de que el grupo se estaba desplazando desde Portugal a Barcelona y se inició la operación que ha finalizado con su detención.
Los Mossos les acusan de robos con fuerza en domicilios de Barcelona, Roses, Sant Andreu de la Barca, Cabrera de Mar y Palma de Mallorca. El grupo siempre entraba en casas adosadas o aisladas, escalando los muros exteriores. Una vez dentro de la finca utilizaban un destornillador para forzar las puertas o ventanas.
Cuando se inició la operación, los Mossos descubrieron que los tres sospechosos, de nacionalidad chilena y edades comprendidas entre los 24 y 28 años, se habían instalado en un domicilio entre Santa Coloma de Gramenet y Badalona.
La policía catalana también constató que utilizaban un vehículo de alquiler que no habían devuelto una vez finalizado el contrato, por lo que la empresa había denunciado el caso. Los sospechosos utilizaban identificaciones falsas y tras comprobar sus verdaderos nombres conocieron que tenían varías órdenes de detención en su país de origen.
Tras proseguir con la vigilancia, los agentes identificaron a una cuarta sospechosa, de 27 años y nacionalidad española, que se encargaba de enviar el dinero de los botines a Chile mediante oficinas de envío y recepción de efectivo.
Las detenciones se produjeron el 31 de julio, cuando los sospechosos se desplazaban en el vehículo de alquiler a un centro comercial de Barcelona. Al día siguiente los agentes de los Mossos d'Esquadra entraron en el domicilio donde pernoctaban y encontraron 17.000 euros en efectivo, ocho relojes, joyas, gafas de sol, ropa de marcas y colonias y perfumes.
El juez ha decretado libertad con cargos para dos de los detenidos y prisión preventiva para los otros dos.