Los terroristas responsables de los atentados de Barcelona y Cambrils (Tarragona) del pasado mes de agosto pretendían llevar el terror a Barcelona. Sus planes se truncaron por la explosión de Alcanar e improvisaron sobre la marcha, pero su idea inicial era atentar durante varios días sin llegar a suicidarse, según informa este domingo El Periódico.
Según este medio, la idea de los integrantes de la célula terrorista era colocar furgonetas cargadas de explosivos en tres lugares importantes de Barcelona y hacerlas explotar a distancia. Finalmente, tras la explosión de la finca de Alcanar, donde estaban preparando el atentado, frustró ese plan y desembocó en los atentados del 17 de agosto.
El terrorista superviviente, Mohamed Houli Chemlal, ha declarado a los agentes policiales que la célula no planeaba el suicidio con las furgonetas bombas, según informa el diario del grupo Zeta. Su intención era utilizar las tres furgonetas, cargadas con los explosivos TATP, y luego utilizar los sobrantes para fabricar chalecos bomba o bombas arrojadizas, para atentar en los días posteriores, tal y como recomienda el ISIS.