El gobierno de Ada Colau ha paralizado las actuaciones de la Guàrdia Urbana contra el top manta en Barcelona a raíz de los disturbios en el barrio madrileño de Lavapiés por la muerte este jueves de un vendedor ambulante, Mame Mbaye, en plena calle, presuntamente de un paro cardíaco durante una persecución policial. Durante la noche del jueves se produjeron graves enfrentamientos en Madrid que acabaron con seis detenidos y una decena de agentes heridos.

Distintas fuentes sindicales han confirmado a Metrópoli Abierta que "se han dado órdenes verbales a los responsables de la Guàrdia Urbana para no intervenir, como mínimo, durante todo el fin de semana, ni los agentes uniformados ni los de paisano". Las órdenes también pasan por reducir  la presencia policial en el metro y en las zonas céntricas, como la Rambla y la plaza de Catalunya, donde se ponen los manteros.

Las mismas fuentes consultadas han expresado el malestar de los guardias urbanos que trabajan a pie de calle. "Tienen a los vendedores a 50 metros, se ríen de ellos y no pueden actuar. Como siempre somos nosotros los que damos la cara en la calle. Los ciudadanos nos piden explicaciones por qué no actuamos, mientras el gobierno municipal esconde la cabeza bajo el ala".

Estas órdenes se han producido coincidiendo con una manifestación en Barcelona de unos 200 vendedores del top manta en solidaridad con la persona fallecida en Madrid. La marcha, que ha transcurrido sin incidentes, ha sido convocado por el Sindicato Popular de Vendedores Ambulantes de Barcelona. A lo largo del recorrido se han podido escuchar cánticos como Mame, escucha, estamos en tu lucha, la ley de extranjería mata gente cada día ninguna persona es ilegal. 

IMPUNIDAD

Un portavoz del sindicato ha denunciado "la impunidad de la violencia de la policía" y ha lamentado que "lo que le pasó a Mame nos puede pasar a nosotros mañana". El discurso ha estado marcado por la crítica al "racismo institucional", que permite que una persona que ha vivido 14 años en España, como Mbaye, no tenga 'papeles', informa la agencia EFE.

Fuentes municipales han dicho no tener constancia de las órdenes de no actuar contra el top manta y han informado que los dispositivos son los mismos desde mediados del 2015, en ocasiones, con operaciones planificadas con otros cuerpos policiales.