Barcelona es la tercera demarcación de España en índice de violaciones, con una tasa de 5,36 violaciones por cada 100.000 habitantes, tan sólo superada por Lleida (tasa de 6,06 por 100.000) y Ceuta (tasa de 5,88). Así se desprende de un detallado informe de Convivencia Cívica Catalana (CCC). Lo curioso del caso es que las dos siguientes demarcaciones son también catalanas: Girona (4,81) y Tarragona (4,79), a las que les siguen Navarra (4,52) y Baleares (4,31).

En la ciudad de Barcelona se denunciaron, el año pasado, un total de 118 violaciones, sólo dos más que en 2016. En la provincia, en cambio, las violaciones ascendieron a 294, un 17,3% más que las 250 de 2016.

El delito más grave de los de índole social pasa en estos momentos por un momento de efervescencia por varios motivos: por un lado, la sentencia de La Manada, que eludió calificar como violación el ataque de este grupo a una joven en los Sanfermines, rebajando las penas a las de simple abuso sexual. Por otro, este jueves ha salido de la cárcel Gregorio Cano, más conocido como el 'Violador de La Verneda', tras 20 años entre rejas, lo que ha creado una verdadera alarma social en su barrio.

A La Manada le quedan todavía otros procesos que afrontar, ya que del material incautado tras su detención se desprende que hubo casos similares a las luctuoso episodio de Pamplona. De momento, se enfrentan a otra posible condena por abusos a mujer en su Andalucía natal. En lo que respecta a Gregorio Cano, el problema está en que las autoridades advierten que no está curado y que puede volver a reincidir. De ahí que los Mossos preparen una vigilancia “no invasiva” para controlar sus acciones.

En este contexto, los fríos números estadísticos toman una nueva dimensión. En España, la media se situó en 2,97 violaciones por cada 100.000 habitantes durante el año 2017. Pero especialmente alarmante es el aumento del 17% en Cataluña, que pasó de 336 casos a 394. Si se amplía el periodo de comparación, los datos son aún más alarmantes: en 2013 hubo 290 violaciones en tierras catalanas. En la actualidad, hay un 36% más. En ese periodo, las comunidades de Valencia, Madrid y Andalucía disminuyeron la tasa de agresiones de esta naturaleza. Aún así, durante el año pasado se produjeron 1.382 violaciones en todo el Estado español, una cada seis horas, por lo que Cataluña concentra el 28,5% de todas las violaciones en España.

DESMONTANDO A PUIGDEMONT

Jesús Sanz, responsable del informe, señala a Metrópoli Abierta que la entidad decidió hacerlo tras un tuit del expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, en el que asociaba la violencia contra las mujeres a la “cultura española”. Para Sanz, esa lectura “es un argumento de bajo calibre, una auténtica barbaridad. A partir de ahí, fuimos a mirar las estadísticas, sacadas de fuentes oficiales, ya sean de Cuerpo Nacional de Policía, de Guardia Civil”.

Gregorio Cano,  el 'Violador de La Verneda', ya está en la calle / Agencias

Gregorio Cano,  el 'Violador de La Verneda', ya está en la calle / Agencias

Es de destacar que Cataluña concentra el 16% de la población. Madrid, con el 14%, acapara el 16% de las violaciones, mientras que Andalucía, con el 18,1% de la población, sólo concentra el 12,5% de este tipo de delitos.

“Curiosamente, la evolución de los delitos sexuales en Barcelona no siguen la tónica que en el resto de Cataluña, ya que las violaciones crecieron solamente el 1% y los delitos sexuales en su amplio espectro incluso disminuyeron”, explica el responsable del informe.

Porque otra cosa son las agresiones sexuales: el año pasado, en España hubo 11.692 delitos contra la libertad sexual, un 7,8% más respecto a los 10.844 delitos del 2016. En Cataluña, los delitos sexuales fueron 2.212. Le siguen Andalucía (2.064), Madrid (1.776) y la Comunidad Valenciana (1.348). Estas cuatro comunidades acaparan dos tercios de todos los delitos sexuales. En la ciudad de Barcelona, los delitos sexuales ascendieron a 645, un 8% menos que los 701 del año 2016. Estos delitos no sólo contemplan las violaciones (que técnicamente son consideradas penetraciones sexuales), sino también otro tipo de delitos: agresiones sexuales sin penetración, corrupción de menores o incapacitados, y pornografía infantil, entre otros.

LOS MOTIVOS DE CATALUÑA

Dice el informe que las cifras correspondientes a Cataluña “son ciertamente preocupantes”. Y añade: “Las agresiones sexuales constituyen una realidad preocupante que merece actuaciones firmes y contundentes en ámbitos no sólo como el policial, el sanitario o el social, sino especialmente en el educativo, enseñando a los jóvenes que por encima del deseo sexual está el respeto a la libertad de las mujeres”.

También aprovecha para lamentar “que, desde el ámbito político, en ocasiones se actúa de forma irresponsable”, aludiendo a la intervención de Puigdemont a través de las redes sociales, vinculando a los españoles con el maltrato a la mujer. “Lo que es cierto es que, en Cataluña, el machismo está presente como en otras zonas. Sólo hay que ver la desafortunada expresión del secretario de Hacienda de la Generalitat, Lluís Salvadó, diciendo que escogiesen como consejera de Educación a la que tuviese las tetas más gordas”, explica Sanz.

Barcelona es la tercera demarcación de España con más denuncias por violación / Archivo



Pero lo cierto es que Cataluña se lleva la palma de las denuncias, lo que pone en entredicho la tesis de Puigdemont: en Cataluña hay más denuncias que en el resto de España. No hay una explicación científica para ello. “En principio, hay quien dice que las zonas de mayor nivel de desarrollo son propensas a interponer más denuncias. Pero aquí nos encontramos con la gran paradoja de que la Comunidad Valenciana, que tiene un grado de desarrollo bastante similar a Cataluña, o Madrid, tienen tasas de delitos sexuales sensiblemente más bajas. Luego, ha de haber otros factores a tener en cuenta”, añade Sanz.

Entre esos factores, en diferentes estudios se apunta hacia la concentración de turismo (en las zonas turísticas suele haber más agresiones), o al aumento de la inmigración, aunque éste sea un argumento políticamente incorrecto. Incluso se alude a la propia concepción machista de la sociedad. “Todo son conjeturas –advierte Sanz-. No hay datos objetivos para apostar por un motivo concreto como el causante de que Cataluña tenga una tasa más elevada de agresiones que el resto de España, o que otras zonas similares”.

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