El juez ha decidido dejar en libertad a los dos jóvenes norteamericanos detenidos por la presunta violación de una menor en la sala Razzmatazz después de que tanto la Fiscalía como la familia de la chica decidieran no ejercer acciones legales.
Después de que la familia -encargada de presentar la denuncia al tratarse de una menor- y a Fiscalía hayan decidido no seguir adelante con la denuncia en los juzgados, el caso ha quedado cerrado y los dos jóvenes, miembros del grupo de rap Smooky Margielaa, han salido en libertad.
En su auto, el juez resuelve no abrir causa penal por los hechos, después de que los padres de la adolescente hayan manifestado que "no estimaban que fuera de interés para la menor la incoación de procedimiento penal" y que la Fiscalía, de común acuerdo con ellos, haya decidido no presentar denuncia alguna.
Como la denuncia de la víctima es requisito indispensable en este tipo de delitos, el instructor ha decidido dejar sin efecto la detención de los dos identificados y ha ordenado ponerlos en libertad de forma inmediata.
Los jóvenes acusados hasta ahora habían sido identificados en un primer momento y luego fueron detenidos en el Aeropuerto cuando trataban de escapar de Barcelona tras solicitar un duplicado del pasaporte en el Consulado americano, pues el juez se lo había retirado a expensas de cómo avanzaba la investigación.
DENUNCIA DE VIOLACIÓN
La menor, que tiene problemas psicológicos, denunció ante los Mossos d'Esquadra haber sido agredida sexualmente por tres hombres la madrugada del pasado viernes en un reservado privado de la sala Razzmatazz de Barcelona al que había accedido en compañía de otro joven.
Este miércoles se ha presentado en el juzgado para someterse a una exploración en relación con la denuncia de violación que presentó. La menor, que tiene problemas psicológicos, denunció ante los Mossos d'Esquadra haber sido agredida sexualmente por tres hombres la madrugada del pasado viernes en un reservado privado de la sala Razzmatazz de Barcelona al que había accedido en compañía de otro joven.
Tras revisar las cámaras de seguridad, los Mossos vieron que la versión de la joven no coincidía con las imágenes, lo que provocó sospechas sobre la veracidad de su denuncia.