La masonería española se ofrece a contribuir en la acogida de los inmigrantes que este domingo llegaron a Valencia a bordo de tres barcos, entre ellos el Aquarius. Así lo ha anunciado la Gran Logia de España, que tiene su sede en Barcelona, a través de un comunicado. En él ha destacado que el caso del Aquarius ha reabierto el debate sobre "la solidez de los valores humanitarios en Europa y las capacidades para dar una respuesta común al asilo y la migración, como ya se planteó en 2015".
Aquel año, Europa tuvo que hacer frente al mayor desplazamiento masivo de personas desde la Segunda Guerra Mundial que huían de la guerra y el terror en Siria y otros países en conflicto. En 2015, la cifra de solicitantes de asilo en Europa alcanzó su máximo histórico, con 1,3 millones de personas.
En este sentido, el Gran Consejo Rector de la Gran Logia de España ha recordado que, aunque la Masonería prohíbe en su seno cualquier debate sobre política o religión, sí se manifiesta "ante cuestiones que afectan a la esfera de los principios y valores fundamentales de las sociedades democráticas".
Así pues, han manifestado que "los masones de la Gran Logia de España no podemos ni queremos permanecer insensibles o cruzados de brazos. Fieles a nuestra propia exigencia de ser buenos ciudadanos y personas solidarias, queremos contribuir a que encuentren una digna acogida quienes, sin apenas nada material, tienen que enfrentarse al exilio".