Una operación de la Guàrdia Urbana y de los Mossos d'Esquadra ha permitido la detención de un grupo de mujeres que se había especializado en el robo a los turistas que paseaban por el centro de la ciudad.

Las tres mujeres se camuflaban como turistas para llevar a cabo sus actuaciones delictivas. Vestían como turistas, pedían indicaciones, se movían ojeando mapas como si estuvieran visitando la ciudad, entraban en los comercios para turistas como si buscarán artículos para comprar... De esta manera se acercaban a los visitantes y podían sustraerles sus pertenencias sin levantar sospechas.

CONTRAVIGILANCIA

La investigación policial ha determinado que las tres mujeres actuaban de manera coordinada y que cada una de ellas tenía un rol muy concreto dentro del grupo. Los policías habían detectado la presencia de las mujeres en diferentes calles y comercios de las zonas turísticas del centro de la ciudad y, de hecho, habían sido denunciadas en anteriores ocasiones por pequeños hurtos.

Además, la investigación policial había detectado que las mujeres habían llegado a tal grado de profesionalización que incluso habían establecido medidas de contravigilancia para conocer los movimientos de la policía antes de decidir el momento de actuar.

MODUS OPERANDI

De todas formas, aunque las mujeres tuvieran designados roles específicos, los investigadores pronto detectaron que eran capaces de llevar a cabo cualquiera de las funciones.

Su forma de actuar era siempre similar. Una de ellas elegía a la víctima, normalmente un turista despistado al que vigilaba bien en la calle o dentro de un comercio, para controlar dónde escondía el dinero. Cuando estaba en la calle, una de las mujeres actuaba como tapón para impedirle andar, bien preguntándole algo sobre un mapa, bien actuando como turista despistada. Ese momento era aprovechado por otra de las mujeres para llevar a cabo el robo. Y en el caso de que el turista se diera cuenta del robo, una de ellas se interponía delante para impedir que persiguiera a la ladrona.

Una vez detenidas, los investigadores han constatado que las tres mujeres cuentan con antecedentes por actos similares en diversos países europeos, como Francia, Dinamarca, Austria o Alemania, lo que pone en evidencia su gran capacidad de movilidad y su capacidad de huida cuando las policías de estos países las empieza a vigilar.

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