Así preparan los CDR este sábado ‘caliente’ en Barcelona

La alerta sonaba esta semana: los comités de defensa de la república (CDR) alertaban de que la plataforma Jusapol pretende realizar una manifestación este fin de semana en Barcelona y es preciso boicotearla por todos los medios. Una comunicación del CDR de Sant Antoni era muy explícita: “El 29 de septiembre les dijimos que no pasarían y no pasaron. Ahora quieren volver a homenajear la violencia del Estado del 1 de octubre y no lo permitiremos. Hagamos que este sábado sea un nuevo 10-N antifascista. Estad atentos a las redes. ¡Volvemos a las calles!”.

En un mensaje interno enviado entre los CDR se especifica que “los violentos pretenden volver para acabar la humillación que no les dejamos acabar. Este sábado tampoco se lo permitiremos. Que se vayan y no vuelvan más”. Y una comunicación a través del canal Alerta ya se comunicaba oficialmente, a última hora de este jueves, que “los CDR se organizan para evitar la marcha de Jusapol de este sábado en Barcelona”. Y se subrayaba que los comités “se han vuelto a conjurar para evitar que la extrema derecha campe con total impunidad por las calles de Barcelona”.

Más radical incluso es otra consigna firmada por los CDR de Sant Antoni, Eixample, Sagrera-Navas-Congrès, Clot-Camp de l’Arpa y Gòtic-Raval, que llama a sus militantes a manifestarse este sábado. “Llevad bocinas, cacerolas, carracas y lo que tengáis para hacer ruido. Contra la brutalidad policial y la extrema derecha, ¡volvemos a la calle!. Hagamos un Altsasu”. La cita a la población Navarra es escalofriante, ya que fue allí donde dos parejas de dos guardias civiles con sus novias fueron apaleadas por radicales abertzales mientras tomaban unas copas. La brutalidad indepe en toda su magnificencia.

Para más inri, los CDR han convocado a las 11 de la mañana en la plaza André Malraux, entre el Arco de Triunfo y la Estación del Norte, justamente donde tiene previsto acabar la manifestación de los policías españoles. Este nimio detalle habla bien a las claras de las intenciones de los radicales, cuyo empeño es que sus rivales políticos no puedan expresarse libremente.

POR LA EQUIPARACIÓN SALARIAL

La manifestación convocada por Jusapol lleva por lema “Equiparación ya” y destaca: “Queda camino por recorrer… ¡¡No nos vamos a rendir!! Vamos a ganarlo juntos”. Su leit motiv es la petición de la equiparación salarial de los policías nacionales y los guardias civiles con los Mossos d’Esquadra, aunque en su primera convocatoria, dejaba claro en la misma que también quería rendir homenaje a los agentes que se desplazaron a Barcelona con motivo del 1 de octubre del 2017.

Esa alusión fue la que desató la indignación independentista, que leyó en la misma una provocación y una defensa de la “violencia policial” el día del referéndum. Ahora no aparece alusión alguna al 1-O, pero como el convocante de la manifestación es de nuevo Jusapol, los radicales se sienten legitimados a boicotear sus legítimas reivindicaciones.

Desde algunos círculos independentistas, se pidió que, al igual que se hace con las manifestaciones ultras el día 12 de octubre, se diese permiso para la protesta sólo en la montaña de Montjuïc, es decir, en un lugar apartado del centro de la ciudad. Pero hay otros círculos que, simplemente, quieren que se les niegue el permiso para realizar las manifestaciones.

BOMBEROS CONTRA POLICÍAS

Bombers per la República lanzó un contundente mensaje: “Nos preocupa seriamente, presidente Quim Torra, conseller Miquel Buch, alcaldesa Ada Colau y gerente Jordi Samsó, que comandos policiales ultras se manifiesten impunemente por nuestras calles haciendo apología de la violencia del 1 de octubre”. Y luego: “Hay antecedentes lo suficientemente importantes como para prohibir esta concentración que tiene como única finalidad incitar al odio contra la democracia y los catalanes. Ustedes son responsables de nuestra seguridad. Aíslen a los violentos de Jusapol y no les permitan avanzar ni un metro”.

La cuestión es que difícilmente se puede denegar un permiso de manifestación a una entidad cuyos fines y actividades no vulneran ley alguna, por lo que los independentistas saben que sólo con el boicot directo y activo podrán interrumpir la demanda de los agentes del CNP y Guardia Civil.

Jusapol no es un sindicato, sino una plataforma que incluso desata recelos entre los sindicatos policiales. Esta semana, emitió un comunicado oficial desmintiendo que tenga intención de convertirse en sindicato para optar a entrar en el consejo de la Policía el próximo año. “Cuando se consiga la equiparación, desaparecerá”, aseguran en el

escrito sus promotores. Recientemente, entregó en el congreso una petición de iniciativa legislativa popular apoyada por más de 500.000 firmas, por la equiparación de salarios entre todos los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado