Leo Higa es un cocinero de 38 años que el pasado 25 de febrero sufrió una paliza que lo dejó en una silla de ruedas. La agresión se produjo en la avenida Paral·lel cuando unos desconocidos lo asaltaron, lo golpearon y le produjeron daños neurológicos que lo dejaron paralizado.
Según publica este sábado Crónica Global, Leo acude desde entonces a la unidad de estimulación neurológica del Centro Collserolla para recuperarse de los graves daños cerebrales que ocasionó uno de los golpes en la parte lateral de la cabeza.
LOS HECHOS
El 25 de febrero de 2018 Leo regresaba a casa en bicicleta desde su lugar de trabajo, un restaurante en la Barceloneta. Cuando faltaban pocos metros para llegar a su casa un grupo lo abordó para robarle, sobre las 0.30 horas. Su madre explica que no hay testigos oculares de lo ocurrido, pero la hipótesis es que, al ser “un chico fornido” solo pudieron derribarlo de la bicicleta arrojándole un objeto contundente en la cabeza.
La vida de la familia Higa --llegada hace 30 años de Perú-- cambió desde entonces. Leo se recupera lentamente de los daños cerebrales que le dejaron una parálisis y pérdida de la visión. Su madre detalla que la residencia les cuesta unos 3.200 euros al mes y la rehabilitación son 48 euros por sesión.
AYUDA ECONÓMICA
Por los altos costes de los cuidado de Leo, su familia pide ayuda a las autoridades. La alcaldesa Ada Colau se ha reunido con los afectados y la próxima semana tendrán un nuevo encuentro para vehicular las ayudas económicas. Se ha abierto en paralelo una campaña de crowdfunding para que cualquiera pueda colaborar con la causa.
En cuanto a la investigación penal, los Mossos han archivado ya la causa por falta de pruebas aunque la familia asegura que tienen más información sobre lo ocurrido e incluso una foto de un posible sospechoso.