Los Mossos d'Esquadra han descartado que el asesinato de la joven de 17 años en un bar de la avenida Mistral de Barcelona haya sido un crimen de violencia machista. Los agentes no han encontrado ninguna prueba que demuestre un vínculo entre la víctima y el detenido, y por el momento mantienen el resto de hipótesis abiertas. 

El equipo de investigación de los Mossos d'Esquadra intenta descubrir que es lo que motivó al asesino a cometer este acto, pero la causa que gana más posibilidades es la de una reacción irracional por parte del asesino, este habría perdido la cabeza

UN SUCESO INCONGRUENTE

El cuerpo de la joven, de 17 años, fue encontrado el pasado 21 de mayo con heridas provocadas por arma blanca en el interior de un bar de la avenida de Mistral. La policía catalana recibió el aviso sobre las 15.40 horas a través del teléfono 112. La llamada la hizo el novio de la joven, de unos 20 años, muy alterado.

El arresto del hombre se produjo en la confluencia de la calle de Hospital con Riera Baixa, según han confirmado fuentes policiales. El individuo tenía manchas de sangre y se comportaba de manera extraña. A última hora de la tarde, la oficina de comunicación de los Mossos emitió una nota de prensa sobre el caso

EL HOMBRE HABRÍA INVITADO A ENTRAR A LA JOVEN

Según han asegurado algunos testigos de la zona, el hombre marroquí, que ha sido detenido como el presunto autor del homicidio y que ha pasado la noche en una unidad psiquiátrica, invitó a entrar a la menor tras ver como esta discutía con su pareja. Al oír gritos dentro del establecimiento el novio de la chica llamó al 112. Antes de la llegada de los policías pudo entrar en el bar de Farid y se la encontró muerta a causa de una puñalada. 

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