La Audiencia de Barcelona ha condenado este viernes a un hombre a cinco años de prisión por un delito de agresión sexual a una menor de edad. El joven realizó tocamientos a la víctima, de 12 años, en una calle del Prat del Llobregat. El tribunal ha aceptado el acuerdo de conformidad entre la defensa, la acusación particular y la Fiscalía por el que se le rebaja la petición inicial de 10 años de cárcel. A cambio, el condenado ingresará voluntariamente en el programa de SAC de tratamiento de delitos sexuales.
Según el relato del fiscal, en febrero de 2018 la víctima salía de la biblioteca Antonio Martín, en plaza Catalunya, cuando el joven se dirigió a la menor y la agredió agarrándola con fuerza por el pelo con una mano, mientras le tapaba la boca con la otra mano y arrastrándola hasta un portal.
Dentro, comenzó a realizarle tocamientos e intentó bajarle los pantalones. Tras unos dos minutos, una vecina bajó al portal y la víctima salió corriendo siendo perseguida por el condenado hasta casa de los tíos de la niña, que tenía 12 años en el momento del ataque.
IMPULSO SEXUAL INCONTROLABLE
El abogado del condenado, C.G.I, asegura a Metrópoli Abierta que su cliente tiene un “impuso sexual y un deseo incontrolable”. Así lo atestiguan también dos médicos forenses quienes consideran que el joven tiene una enfermedad mental, una parafilia sexual y una conducta infantil. En el centro penitenciario, iniciará un programa contra la reincidencia de acusados por delitos sexuales con psiquiatras que le harán un seguimiento para conocer qué tipo de patología tiene.
El letrado señala que, de haberse producido el juicio, el acusado – en prisión preventiva desde el 23 de febrero de 2018– hubiese declarado que tiene “impulsos irrefrenables”. La participación voluntaria en este programa que busca prevenir la reincidencia de los delincuentes sexuales comportará beneficios penitenciarios para el agresor que, acorde los cálculos de C.G.I, en julio de 2020 podría empezar a disfrutar del tercer grado, con la obligación de dormir en la cárcel durante seis u ocho meses.
ANTECEDENTES POR ABUSOS
El hombre había tenido conductas exhibicionistas a través de internet, por lo que fue condenado por un delito de abuso sexual a pagar una multa diaria de dos euros durante 12 meses. Un juzgado archivó un caso de exhibicionismo investigado por la Guardia Civil por enseñar los genitales a chicas de 16 años tras comprobar que él creía que tenían 18, ya que así se lo dijeron las mismas jóvenes.
El letrado subraya la “criminalización” a la que ha sido sometido, dice, el joven en su barrio del Prat del Llobregat. En un grupo de Facebook, los vecinos acusaban al chico de ser un violador. La presión fue tan intensa que la familia se vendió el piso y los padres y la hermana han abandonado el municipio.
ALARMA SOCIAL
El abogado del condenado, con larga experiencia en casos de agresiones y abusos sexuales, carga contra la “alarma social” que, bajo su modo de ver, “desvirtúa la presunción de inocencia”. “La sentencia del Tribunal Supremo de La Manada lo ha cambiado todo y lo que antes era un abuso, ahora siempre será una agresión”, afirma.
Este letrado cree que existe una “inseguridad jurídica” en los casos judiciales de delitos contra la libertad sexual y que los políticos piensan antes en la alarma social que se genera y no en el respeto a la Ley.