La Guàrdia Urbana ha detenido a un joven que circulaba en un ciclomotor robado. En un vídeo en Twitter, han anunciado que han recuperado la ganzúa (un tipo de cerradura) usada para desbloquear el contacto y poner el ciclomotor en marcha.
La policía local de Barcelona ha conseguido dar con los sospechosos durante un Dispositivo Estático de Control llevado a cabo en el distrito de Horta-Guinardó.
PASOS A SEGUIR PARA QUE NO SUCEDA
Este cuerpo de seguridad ha recordado a la ciudadanía en las redes sociales que cuando alguien estacione la moto o el ciclomotor, se debe bloquear la dirección y usar alguno de los varios sistemas antirrobo, como por ejemplo un candado o un antirrobo de disco.
En definitiva, en este vídeo se observa la facilidad con la que se puede robar este tipo de ciclomotores en la capital catalana y la fragilidad en la que se encuentran los residentes que sean propietarios de uno de estos vehículos.
POR DESGRACIA, NO ES UNA NOVEDAD
Con un parque de más de un cuarto de millón de motos (277.000 motocicletas y ciclomotores, lo que supone el 29% del parque móvil), en Barcelona se sustraen un promedio diario de siete motos, sea por grupos organizados o por delincuentes habituales, menos de la mitad (un 40%) acaban siendo recuperadas.
El pasado año, como ya avanzaba Metrópoli Abierta en enero, en la ciudad de Barcelona fueron hurtadas un total de 2.493 motocicletas, de las cuales fueron encontradas y recuperadas por sus dueños 1.046. Es decir, que 1.447 se 'evaporaron' y nadie sabe dónde están. Eso significa que la ciudad de las motos sólo recupera cuatro de cada 10 motos robadas.