El sábado pasado un joven denunció una agresión homófoba en una discoteca de Barcelona. Los hechos ocurrieron de madrugada en un local del municipio de Esparraguera cuando una pareja se estaba dando besos en el lavabo.
Fue entonces cuando un vigilante forzó la puerta y alertó por radioemisora que se estaba produciendo un “acto sexual”. Después, el empleado cerró el pestillo y le dio cuatro bofetadas al chico, que acabó en el suelo mientras le gritaba “maricones”.
CHANTAJE: LE OFRECEN ENTRADAS VIP
Según explica El Periódico, el ataque le causó heridas en la cabeza y tras la agresión, los responsables de la discoteca de Esparreguera le ofrecieron entradas VIP para que no presentara denuncia. A la salida, el chico lamenta que los agentes de la Policía Local no identificaran al agresor.
El joven acabó presentando denuncia delante de los Mossos d’Esquadra. El alcalde de la población, Eduard Rivas, ha rechazado la acción a través de las redes sociales y ha aprobado un decreto que obliga al local a cerrar a las 4:00 horas, dos horas antes de lo permitido, para “restablecer el orden público y la seguridad”.