Suelen actuar en pareja, a bordo de una moto, pero también usan dos ciclomotores. Uno de los individuos, con una navaja o instrumento cortante enganchado en el calzado, pincha con disimulo la rueda trasera del coche. El mismo ladrón, o su compañero, sigue el vehículo, le avisa de la avería y se ofrece a ayudarlo. Durante la operación, su socio aprovecha esos minutos para robar bolsos, móviles, mochilas y cualquier objeto de valor a su alcance. 

Los coches de alquiler que operan en Barcelona están en la diana de un grupo de ladrones que roba a turistas mediante el método del pinchazo en la rueda. Desde una céntrica oficina, una encargada de una de las principales compañías de alquiler de vehículos del país sospecha que estos delincuentes siguen a los vehículos desde la salida de los estacionamientos. "Nuestros vehículos no llevan pegatina. ¿Cómo saben que son de alquiler?", se pregunta la mujer desde uno de estos parkings.

OJEADORES

Desde una oficina de una empresa de la competencia, una trabajadora coincide con su compañera. "Como ocurre en el fútbol, parece que también tienen ojeadores", comenta medio en broma. Solo la semana pasada, tres clientes fueron asaltados con esta técnica. "En 13 años que llevo en el sector, nunca se había vivido el nivel de inseguridad de los últimos cuatro años", describe.

Invierno es temporada baja para los ladrones que intensifican su actividad delictiva en verano. Entonces, cuenta esta empleada, llegan a registrar cinco robos al día. En época veraniega, algunos ladrones que usan este método actúan a bordo de coches de buena apariencia y bien vestidos, que en ningún momento levantan sospechas entre sus víctimas.

Los clientes de otra empresa alemana, que dispone de ocho oficinas en Barcelona, también sufren este tipo de robos. Un empleado comenta que estos meses se producen una decena de casos al mes. Las cuatro oficinas de tres empresas diferentes consultadas por este medio comentan que ahora se contabilizan un número similar de robos cada mes.

VÍAS RÁPIDAS Y ÁREAS DE SERVICIO

"Actúan principalmente en vías rápidas y también en áreas de servicio. Pinchan las ruedas, les siguen y hacen señales al conductor haciendo luces o pitando para que se detenga", explica este trabajador. Una de estas empresas ha quitado recientemente la pegatina con el logotipo de la marca en sus vehículos. Desde entonces, estos incidentes han disminuido en gran medida, según cuenta una empleada.

Este martes, unos ladrones robaron con este método 10.000 dólares a un turista extranjero. Los autores suelen actuar en vías interurbanas como la Diagonal, la Gran Vía o cualquier calle de la ciudad, principalmente en los accesos de la ciudad. También actúan en autovías y autopistas indicando a su víctima que se detenga en el arcén.

Hoja informativa en una empresa de alquiler de coches en Barcelona / GUILLEM ANDRÉS



En el mostrador de las oficinas, panfletos informativos alertan a los clientes de esta tipología de robo y les aconsejan que no se detengan en el lugar que indican los desconocidos y que lo hagan en un lugar "seguro".

ESTACIONES DE SERVICIO

Los Mossos d'Esquadra no están especialmente preocupados por este tipo de robos. "No es un tipo de delitos que se esté produciendo ahora mismo", señalan fuentes del cuerpo policial, que ahora se centra en investigar a delincuentes que actúan en las estaciones de servicio de las autopistas. La policía admite que es probable que los delincuentes usen este método, pero no les consta que se esté dando en un gran número. 

En una de estas empresas de alquiler de coches, un empleado asegura que en algún caso los coches ya tienen las ruedas pinchadas cuando salen del parking. "Creemos que saben donde aparcamos los coches. Pinchan la rueda y cuando ven salir al mismo coche les ofrecen ayuda en la carretera", explica.

SIN COBERTURA DEL SEGURO

Los seguros de estas empresas no cubren la pérdida de objetos de valores a causa de estos hurtos. En una de estas compañías recomiendan al cliente pagar un paquete de seguros concreto para, al menos, cubrir el posible pinchado de ruedas y también la rotura de cristales, un método de robo en el interior de vehículos al alza en toda la ciudad condal en los últimos años. La Barceloneta es uno de los lugares que registran más robos mediante esta táctica. Los japoneses, habitualmente más confiados, dejan a la vista bolsas llamativas y objetos de valor y se convierten en un objetivo habitual de estos rufianes.

Hace unos días, cuatro coches aparcados el uno al lado del otro, aparecieron con los cristales rotos. Para una empleada, esto es una prueba más que los ladrones hacen seguimientos de estos vehículos y que el cerco a estos vehículos es muy estrecho. 

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