Los Mossos d'Esquadra han detenido a una mujer de 22 años como presunta autora de un delito contra la seguridad vial por romper el cepo que inmovilizaba el coche en el que inicialmente iba de acompañante, conducir ebria y abandonar el vehículo en medio de la carretera tras tener un accidente.
En un comunicado, la policía catalana ha explicado este jueves que los hechos se iniciaron la madrugada del día 23, cuando una patrulla que estaba haciendo un corte de vía en la C-32 casi sufre un atropello por parte de un turismo que frenó muy cerca del vehículo policial.
0,60 MG/L EN LA PRUEBA DE ALCOHOL
Ante los hechos, los agentes sometieron al conductor del turismo a la prueba de alcoholemia y éste dio un resultado de 0,60 mg/l, más del doble de la tasa permitida.
Por este motivo los agentes denunciaron al conductor e inmovilizaron el coche que conducía con un cepo, ya que la acompañante tampoco podía conducir porque dio 0,69 mg/l en el test de alcoholemia.
Poco después los Mossos fueron alertados por un testigo que les informó de que una joven ebria estaba conduciendo por la C-32.
ABANDONA A SU ACOMPAÑANTE (Y LUEGO EL COCHE)
Los agentes se desplazaron hasta el lugar donde habían inmovilizado el vehículo y allí encontraron al conductor denunciado, que dijo a los Mossos que su acompañante, que también había dado positivo, le había cogido las llaves y se había marchado con el coche hacia Sitges (Barcelona).
Muy cerca de allí los Mossos encontraron el cepo roto y poco después recibieron el aviso de un vehículo abandonado en medio de la vía en el enlace de la C-32 con la C-15.
Cuando las patrullas de tráfico llegaron a dicho punto, una curva con poca visibilidad y sin iluminación, encontraron el vehículo abandonado y pocos metros más allá localizaron a la conductora andando por el arcén haciendo zigzag.
Al interceptarla, la joven admitió que había conducido el vehículo inmovilizado previamente por los Mossos hasta el lugar donde lo había abandonado, pero se negó a someterse al test de alcoholemia y finalmente la detuvieron por negarse a hacer la prueba y por tener un accidente y abandonar el vehículo en medio de la vía, creando un grave obstáculo para el resto de usuarios.
La detenida quedó en libertad tras declarar en comisaria, con la obligación de presentarse ante el juez cuando sea requerida.