Nueva polémica por el uso de la mascarilla en los lugares públicos, obligatorio desde la semana pasada en Barcelona y en el conjunto de Cataluña. En esta ocasión, la noticia salta por la detención de un joven que no disponía de cubrecaras cuando accedía a la estación de Renfe de plaza Cataluña.

Los Mossos d'Esquadra acabaron llevándose al hombre por desobedecer las directrices de los guardias de seguridad presentes en el lugar de los hechos conforme a la citada normativa vigente y por encararse contra estos trabajadores.

TENSIÓN, GRITOS Y DETENCIÓN

Todo empezó cuando esta semana un chico se rebotó después que el personal de seguridad le pidiese que se pusiera una mascarilla antes de entrar a la estación. Al ver su negativa, hasta cuatro empleados que velan por la seguridad del espacio se abalanzaron contra él, le inmovilizaron y le retuvieron. Unos instantes después, una patrulla de agentes de la policía catalana hizo acto de presencia, detuvo al muchacho y se lo llevó a comisaría.

La polémica surge porque algunos de los presentes en la estación empezaron a gritar contra la manera de actuar de los guardias de seguridad contra el chaval, acusándoles de retenerle de forma desproporcionada.    

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