Una cincuentena de personas anhelan la detención de Raúl B., en paradero desconocido desde agosto. Con la promesa de grandes beneficios, decenas de inversores le confiaron su dinero a este supuesto agente de bolsa. En realidad era un estafador que hace unas semanas desaparecía sin dejar rastro con 2,15 millones de euros.

Este hombre, de origen mexicano, impartía cursos en Barcelona. Alardeaba de grandes lujos para seducir a sus inversores a los que prometía ganancias del 5% cada tres meses. El diario La Vanguardia publicaba este lunes la historia de este estafador cuyo fraude podría ascender a los 10 millones de euros. Los afectados, 56 inversores, realizaron una denuncia conjunta en el juzgado de instrucción 3 de Barcelona en la que solicitan su detención y el embargo de todas sus cuentas.

DON DE GENTES

Los perjudicados relatan su asombro por un hombre que se interesaba continuamente por su vida privada y preguntaba por sus familiares. Se inventó unos estudios en Canadá y su experiencia trabajando en una empresa financiera de Londres.

Cuando aterrizó a Barcelona hace unos dos años se instaló en un centro de coworking de la avenida Diagonal que bautizó BCN Trading Academy. Durante dos años se congregaron centenares de alumnos e inversores, que buscaban un sobresueldo.

FONDO INVERSOR

Raúl poseía un fondo inversión que supuestamente generaba unos beneficios del 10% al 15% con lo que repartía un 5% entre los inversores. Atraídos por los coches de última gama y la ropa de la que presumía, la tapadera surgió su efecto y decenas de ellos invirtieron grandes sumas de dinero. Uno de los afectos llegó a desembolsar 400.000 euros.

Las sospechas aparecieron en julio cuando dejó de pagar a sus inversores de manera puntual. En agosto cesó los pagos, huyó y cerró sus cuentas en las redes sociales donde aparecía con su pareja, también fugada, comiendo en lujosos restaurantes y compartiendo su vida a todo tren. Algunas informaciones apuntan a que estaría en México.

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