Los Mossos d'Esquadra abortaron el pasado sábado dos fiestas ilegales y multitudinarias que varios grupos de jóvenes planeaban celebrar en dos hoteles de la provincia de Barcelona.

En una de ellas, un complejo hotelero de Viladecans, un grupo de personas alquiló hasta 30 habitaciones de una misma planta del hotel para organizar una fiesta multitudinaria que no cumplía con ninguna de las medidas preventivas contra el coronavirus.

DOS FIESTAS ILEGALES

Los empleados del establecimiento observaron que los jóvenes se concentraron en el pasillo y ante las dificultades para restablecer el orden, optaron por pedir ayuda a los Mossos, que denunciaron a los asistentes. Todos ellos fueron expulsados del hotel.

Cerca de la fiesta ilegal, en Sant Boi de Llobregat, la policía tuvo que intervenir para disolver otra concentración. En esta ocasión pudieron abortarla antes de que comenzara a raíz de una denuncia que avisaba de que un grupo de jóvenes habían alquilado habitaciones contiguas con el propósito de pasárselo en grande en una fiesta clandestina.

ALQUILER DE DECENAS DE HABITACIONES

El conseller d'nterior, Miquel Sàmper, explicó los detalles de ambas operaciones, que sin embargo no fueron las únicas en las que la policía catalana se vio obligada a intervenir.

"Se ha actuado en dos hoteles porque grupos de personas alquilaban muchas habitaciones, normalmente todas en una planta, para celebrar fiestas juntos. El sábado pasó en Sant Boi de Llobregat y Viladecans", declaró Sàmper en rueda de prensa.

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