La violencia de la manifestación de este martes que pedía la libertad del rapero Pablo Hasél se saldó con 32 tiendas del paseo de Gràcia con daños en la fachada y su interior, según detallan fuentes policiales a Metrópoli Abierta. Decenas de encapuchados destrozaron fachadas de comercios y sedes de entidades bancarias con grandes piedras y objetos contundentes que emplearon para reventar las puertas de los negocios.

 

Reunidos en la plaza de Lesseps sobre las 19.00 horas, miles de personas bajaron en dirección a la Delegación del Gobierno cruzando la Vila de Gràcia. En la Vía Augusta, a la altura de la comisaría de la Policía Nacional de la calle Guadalajara empezaron los ataques contra algunos locales La mayoría de destrozos tuvieron como objetivo los lujosos negocios del paseo de Gràcia. El coste de los daños en Barcelona ascienden a 70.000 euros, según el Ayuntamiento de Barcelona.

PREOCUPACIÓN EN INTERIOR

El conseller de Interior, Joan Miquel Sàmper ha rechazado la violencia y se ha mostrado "muy preocupado" por los daños en comercios, contenedores, semáforos y otros elementos del mobiliario urbano. "Ayer, los Mossos d'Esquadra no impidieron el derecho a manifestación.Todos los derechos fundamentales tienen límites y ayer se sobrepasaron muchos de ellos", ha afirmado este miércoles en una rueda de prensa. 

Junto a Sámper, el comisario de los Mossos, Joan Carles Molinero, ha advertido de que la violencia "en los últimos meses va en aumento" y que "se está dando demasiadas veces".

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