Un grupo de alumnas y exalumnas del Institut del Teatre de Barcelona han denunciado haber sido víctimas de acoso sexual y maltrato psicológico por parte de una docena de profesores del centro.



Este domingo ha salido a la luz una información sobre esos acosos, elaborada a partir de conversaciones con un centenar de alumnas del Institut, casos sobre los que el centro dice no haber recibido una denuncia formal.

En la información del diario Ara se atribuyen los acosos y abusos de poder a una docena de profesores y exprofesores, entre los que figuran Joan Ollé –que se jubila este curso– y, en menor medida, Jorge Vera y Berty Tovías –jubilados recientemente–. Todos ellos niegan los hechos.

PROPOSICIONES A CAMBIO DE TRABAJO

Las alumnas coinciden en afirmar que los profesores empleaban su posición preeminente en el centro para acosarlas y hacerles tocamientos y que, en algunos casos, les prometían trabajo a cambio de aceptar sus proposiciones. Algunas de ellas señalan que la actitud de los profesores les llevó a abandonar el centro. "Todo era perverso", afirma una. Una actriz exalumna del centro explica que en 2016 presentó una queja administrativa por la actitud de Ollé y que la dirección del centro dijo que hablaría con él.



Ollé replica en la información del diario que no se da "por aludido ante acusaciones anónimas", indica que lleva cuarenta años en el Institut y pide que "den la cara". Admite que hubo la queja de una alumna, pero que "se demostró que las acusaciones eran absolutamente irreales".

LOS ACUSADOS LO NIEGAN

Vera, por su parte, niega las acusaciones, pero admite que podría haber comentarios que dolieran a los estudiantes. "Si hay una acusación real, un alumno que dice que lo he dicho fuera de escena, que me ponga una denuncia y le daré la razón. Si alguien se ha sentido herido, me disculpo", agrega. Tovías también se suma a la negación de las acusaciones y señala que si se dieron situaciones humillantes fue "sin mala fe". "Si hace falta, lo lamento mucho, pero no tengo nada que esconder", indica.



El Institut sostiene que no tiene denuncias formales de acoso, aunque admite que determinadas actitudes no se han sabido abordar durante muchos años, y señala que en 2018 aprobó un protocolo contra el acoso sexual. La directora del centro, Magda Puyo, explica al diario que ciertas actitudes de docentes responden a una manera de hacer de una generación pasada, que ahora se trabaja "para que ningún alumno se sienta violentado, agredido o molestado" e incide en que en los últimos 10 años no se ha recibido ninguna queja formal por acoso.

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