Desobedecer en el avión te puede salir muy caro. Eso es lo que experimentó el pasajero de un vuelo de Vueling que cubría el trayecto entre Sevilla y Barcelona la tarde del pasado lunes. En los momentos previos al despegue, un hombre hizo un mal uso de la mascarilla (de uso obligatorio en el interior de la aeronave). El pasajero fue advertido en diversas ocasiones, pero continuó con el cubrebocas mal colocado.
Tras discutirse con otros usuarios, el hombre fue también avisado por la tripulación del avión. Pero ni así. La tensión iba a más, sin que cesara en su actitud. Ante esta situación, la tripulación avisó a la Guardia Civil para que interviniera. Agentes de la benemérita subieron al avión para restablecer el orden, aunque el hombre y alguno de sus acompañantes seguían visiblemente alterados, tal y como se aprecia en el vídeo al que ha tenido acceso este medio.
Finalmente, la Guardia Civil expulsó al pasajero conflictivo, y el avión pudo despegar, aunque con retraso por el rifirrafe con la mascarilla.