Historia sorprendente que llega desde el municipio belga de Erquelinnes, colindante con Francia: un agricultor del pueblo ha cambiado la frontera entre ambos países sin avisar a nadie para poder circular con su tractor.

En esta localidad, la frontera entre Bélgica y Francia está señalada con una gran piedra. Y está justo en el terreno de este hombre, que tiene dificultades para hacer pasar el tractor. Así que nadie sabe cuándo cargó con la roca y la desplazó 2,29 metros, de modo que los belgas han ganado espacio y los franceses han visto reducido su territorio.

Esta es la piedra que marca la frontera entre Bélgica y Francia en Erquelinnes / REDES SOCIALES



Los hechos los descubrió de casualidad un grupo excursionista de aficionados a la historia, que visitó el lugar con un mapa de 1820, justo cuando el Tratado de Courtrai estableció los límites entre ambos países tras la derrota de Napoleón en Waterloo. Al llegar al punto exacto en el que debía estar la frontera si dieron cuenta del error y lo denunciaron públicamente.

EL ALCALDE: "SE HA AMPLIADO NUESTRO MUNICIPIO Y LOS FRANCESES NO ESTÁN DE ACUERDO"

Ahora las autoridades de ambos países están en contacto para resolver el conflicto. El alcalde del pueblo belga, David Lavaux, ha señalado que "se ha ampliado Bélgica y nuestro municipio, pero los franceses no están de acuerdo". Y ha zanjado el asunto explicando que Francia va a permitir al agricultor resarcir el error: "Si muestra buenas intenciones no habrá ningún problema y lo solucionaremos de forma amistosa".