Eran las 10.00 horas de la mañana del pasado lunes, 25 de octubre, cuando Josefa Arnal realizaba su recorrido habitual para ir a comprar al mercado de Sants. La mujer, de 67 años, caminaba con el carro de la compra delante y no vio uno de los agujeros que había en la acera en la Rambla de Badal. Cayó al suelo y el accidente tuvo fatales consecuencias: una operación, una treintena de grapas y meses de rehabilitación. 

OPERACIÓN DE URGENCIA

Tras la tremenda caída, Josefa llamó a una de sus hijas para evitar ser trasladada en ambulancia. Esta la llevó rápidamente a urgencias del Hospital Clínic, el más cercano a Sants. El diagnóstico de los médicos fue rápido y preciso: fractura del húmero con desplazamiento del hueso. 

Su húmero estaba tan descolocado que los cirujanos programaron una operación de urgencia. Le pusieron una gran placa y cerraron el tejido con 32 grapas. La mujer permaneció ingresada en el hospital casi una semana hasta que los médicos le dieron el alta. 

El resultado de la brutal caída de Josefa Arnal a causa de la acera en mal estado de Barcelona / METRÓPOLI

CONSECUENCIAS DEL ACCIDENTE

Raquel Ferrero, la hija que acudió a su rescate en el momento del accidente, relata a Metrópoli la odisea por la que ha pasado su madre tras su caída. Raquel lamenta que su progenitora necesitará meses de rehabilitación para volver a recuperar la movilidad de su brazo derecho. 

No solo le han quedado secuelas físicas a esta mujer. El accidente también ha minado su moral. Según explica su hija, el ánimo le ha decaído por completo. Pese a que antes del contratiempo fuese "una mujer activa y sin limitaciones", a partir de ahora precisará la ayuda de sus hijos para realizar las tareas cotidianas de su día a día.  

Tramo de la rambla de Badal en el que se produjo el fatal accidente / CEDIDA

LA ACERA SIGUE EN MAL ESTADO

La familia de Josefa medita denunciar al Ayuntamiento de Barcelona. Critican que el consistorio no destine los suficientes fondos públicos en arreglar la vía pública y aseguran que el "lamentable estado de la acera" es "un peligro para la gente mayor". "Es una pena que gasten tanto dinero en poner hormigón y carriles bici y que no arreglen las aceras", reprueba Raquel. 

Más de una semana después del accidente, la acera de esta arteria de Sants que cruza el puente de las vías de Rodalies sigue en el mismo estado. Tal y como se puede ver en las imágenes a las que ha tenido acceso este medio, a lo largo de la calle se aprecian diversos agujeros como el que cayó Josefa. Estos pertenecen a pivotes separadores antiaparcamiento que han desaparecido o se han quitado de la zona. Una nimiedad inapreciable para muchos; pero un peligro para los más mayores.

Algunos de los agujeros de la acera en mal estado en la que cayó Josefa Arnal / CEDIDA

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