Los okupas preocupan en el Guinardó. Y mucho. Una oleada de okupaciones golpea a este barrio barcelonés, en el que estos individuos merodean de forma constante a la búsqueda de inmuebles que queden vacíos o mínimamente desatendidos para acceder a ello.
La avenida de la Mare de Déu de Montserrat es el punto más crítico. Esta vía, junto a otras calles colindantes, resulta la más tentadora para aquellos que tratan de acceder por la fuerza a una finca.
Los locales ubicados a pie de calle son las propiedades más buscadas por estos asaltantes. Por ello, en la zona hay hasta "25 locales okupados", como relata una comerciante que ha sufrido en primera persona un intento de okupación hace tan solo unos días.
INTENTO FALLIDO
Montse es la propietaria de un local ubicado en el número 196 de la mencionada avenida. Motivos personales obligaron a esta barcelonesa a cerrar su tienda de moda, Tallas 40-66, por lo que los okupas fijaron este establecimiento como un nuevo objetivo.
Sobre las 00.30 horas en la noche del 5 al 6 de enero, "levantaron la reja" y trataron de reventar el cierre junto a la pared para abrir el local, según relata la dueña. Una vecina, alertada por el ruido, llamó a los Mossos d'Esquadra, pero los agentes no acudieron al lugar. "Le dijeron que, como no era la propietaria, no podían hacer nada", relata Montse.
A la noche siguiente, y como si nada hubiera sucedido, los asaltantes volvieron al local para terminar de romper el cierre del local y abrir la puerta de cristal, pero la alerta vecinal les disuadió. Un día después, una residente paró a una patrulla de Mossos que pasaba por la avenida, y éstos colocaron un precinto en la puerta como única medida ante lo sucedido. "Querían el local, no la ropa. Iban a okuparlo", asegura la propietaria.
DORMIR EN EL LOCAL
Montse explica que no ha tenido opción ante lo sucedido, y ha optado por hacer guardia en su propiedad. "Ahora duermo en el local para que no me lo okupen", afirma la propietaria tras lamentar los elevados costes que le han pedido en las cerrajerías para arreglar la reja.
Ante la posibilidad de denunciar en una comisaría de la policía catalana los hechos, la dueña del negocio es tajante. "¿Para qué? Voy a estar horas allí y no va a servir para nada", resalta de forma insistente.
"CALLE MALDITA"
La comerciante del Guinardó asegura que la avenida en la que se encuentra su local es una "calle maldita", ya que suma "25 locales okupados" junto a las vías colindantes. Además, alerta del peligro que ello conlleva, con problemas de "ruidos, drogas" y el riesgo de que los okupas "incendien" las fincas.
Montse destaca la rapidez con la que actúan los asaltantes para abrir los locales. "Están al achecho por el barrio, vigilan todo el día. Revientan la cerradura y abren el local a personas que pagan por entrar. En una sucursal bancaria cercana entraron la misma noche que cerró", explica.
La comerciante también hace referencia a la okupación de una antigua floristería ubicada en la avenida, sobre la que ha informado Metrópoli, que a su propietaria le ha supuesto "casi dos años de juicios y 5.000 euros".
"LOCAL QUE DEJAN VACÍO, LOCAL QUE OKUPAN"
Un comerciante cuyo negocio se encuentra en la misma avenida confirma a este medio la problemática que sufre el barrio. "Local que dejan vacío, local que okupan", asegura.
Este propietario lamenta la situación que vive la zona, y recuerda que en una "tienda de informática" y en otra entidad bancaria los okupas tomaron los locales de inmediato tras su cierre.