Un hombre ha salvado la vida, en un restaurante de Barcelona, gracias a la rápida actuación de cinco agentes de la Policía Nacional, que le practicaron la maniobra de Heimlich cuando se asfixiaba después atragantarse con la comida.

Los hechos ocurrieron al mediodía, cuando los agentes estaban almorzando al salir del trabajo. De repente, uno de ellos vio que otro cliente de una mesa cercana se levantaba y se llevaba las manos a la garganta.

Al ver que se le estaba azulando el rostro, uno de los policías se apresuró a colocarse detrás del hombre y procedió a realizarle la maniobra de Heimlich. Después de múltiples comprensiones abdominales, expulsó el trozo de comida que le obstruía las vías respiratorias.

Finalmente, el hombre fue estabilizado. No fue necesario su traslado a ningún centro sanitario, puesto que recuperó el color y volvió a respirar con normalidad de forma progresiva.