Alejandro Palomas, ganador del Premio Nadal 2018 por Un amor, ha hablado por primera vez de los abusos sexuales que sufrió cuando era niño y estudiaba en el colegio de La Salle de Premià de Mar.
Aunque denunció los hechos hace dos años, el escritor barcelonés ha hablado públicamente del caso por primera vez esta pasada noche. Lo ha hecho en el programa Hora 25 de la Cadena Ser, para explicar que en 1975, cuando tenía tan solo 8 ochos, un religioso "muy popular, extrovertido y afable" comenzó a abusar de él.
NO LO CONTÓ A SUS PADRES PORQUE "QUERÍAN MUCHO" A SU ABUSADOR
"Empezó porque en el colegio tenía amigdalitis y enfermada rápido. Llamaban a casa y me llevaba él. Durante esos viajes empezaron los abusos", ha relatado. "Me estiraba en el asiento trasero del coche. Con la mano derecha me iba manoseando mientras conducía. Me bajaba los calzoncillos, me hurgaba y me metía mano. Intercalaba eso mientras se masturbaba. Temía ponerme enfermo porque temía estos viajes. Mis padres lo querían mucho", cuenta Palomas.
Los abusos fueron a más, hasta que finalmente lo violó en una casa de colonias. Ocurrió mientras estaba en la enfermería, después de recibir una pedrada de otro menor. "Él decidió que tenía que quedarme ingresado 24 horas, en observación. Me ató las manos (...) Me puso de lado y se fue. A partir de ese momento llegó la noche más larga de mi vida. Entré niño y salí superviviente, Durante las siguientes dos semanas no me bañé en ninguna piscina, ni me puse el bañador ni nada. Tenía miedo de que me llevaran al médico o que alguien pudiera ver que sangraba. No sé cómo conseguí no contárselo a mis padres", es el relato desgarrador del escritor.
DELITOS PRESCRITOS
Palomas no ha vuelto nunca más a Premià para no cruzarse con su violador, que está en libertad. Y es que a pesar de la gravedad de los hechos, los delitos están prescritos.