El Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, La Salle, ha comunicado este jueves a la fiscalía de la Audiencia de Barcelona la aparición de nuevas víctimas del ex profesor de La Salle de Premià de Mar Jesús Linares para que investigue si ha habido comisión de delitos y establezca responsabilidades.
El abogado Carles Monguilod, que dirige la asesoría jurídica de La Salle en España, ha trasladado a la fiscalía la información que esta semana publican El Periódico de Catalunya y eldiario.es con el testimonio de siete ex alumnos de La Salle de Premià que relatan nuevos abusos presuntamente cometidos por el hermano de la congregación Jesús Linares en los años 70 y 80 en ese colegio.
INVESTIGACIÓN
La responsable de relaciones institucionales de La Salle, Isabel Llauger, ha explicado que la institución de La Salle, al conocer los hechos, lo ha comunicado a la fiscalía "para que inicie una investigación" y cuente con su total colaboración para aportar toda la información de que dispongan con la investigación que La Salle abrió hace diez días al conocer las denuncias por abusos que formuló el escritor Alejandro Palomas.
También ha pedido a las víctimas de abusos que se pongan en contacto con la institución de La Salle para poder verificar sus casos, pedirles perdón y establecer posibles reparaciones por el daño causado.
ABUSOS
Alejandro Palomas, ganador del Premio Nadal 2018 por Un amor, ha hablado recientemente de los abusos sexuales que sufrió cuando era niño y estudiaba en el colegio de La Salle de Premià de Mar. Aunque denunció los hechos hace dos años, el escritor barcelonés ha relatado que en 1975, cuando tenía tan solo 8 ochos, un religioso "muy popular, extrovertido y afable" comenzó a abusar de él.
"Empezó porque en el colegio tenía amigdalitis y enfermaba rápido. Llamaban a casa y me llevaba él. Durante esos viajes empezaron los abusos", ha relatado. "Me estiraba en el asiento trasero del coche. Con la mano derecha me iba manoseando mientras conducía. Me bajaba los calzoncillos, me hurgaba y me metía mano. Intercalaba eso mientras se masturbaba. Temía ponerme enfermo porque temía estos viajes. Mis padres lo querían mucho", ha contado Palomas.