Un violador reincidente agrede a una joven de 17 años estando de permiso
El ministerio público pide 9 años de prisión para el atacante, que ya había sido investigado por otras tres violaciones similares
5 marzo, 2022 09:53Noticias relacionadas
El ministerio público pide 9 años de prisión para un violador reincidente que agredió sexualmente a una menor de 17 años de edad en julio de 2019 en el Port Olímpic de Barcelona aprovechando un permiso penitenciario, tras haber sido investigado por otras tres violaciones similares.
VIOLADOR REINCIDENTE
En la sección novena de la Audiencia de Barcelona ha arrancado esta semana el juicio contra este joven, acusado de un delito de violación y de otro leve de lesiones, y para quien el fiscal solicita además la prohibición de acercase a su última víctima a menos de 500 metros por un tiempo superior a cinco años respecto de la pena de prisión que se le pueda imponer, así como a comunicarse con la mujer por cualquier medio por el mismo tiempo.
El acusado disfrutaba de un permiso penitenciario de la prisión de Quatre Camins cuando cometió presuntamente esta nueva violación. Los hechos juzgados esta semana en la Audiencia de Barcelona se produjeron en la madrugada del 5 de julio de 2019, cuando la víctima estaba con unas amigas en un local de ocio del Port Olímpic de Barcelona, del cual salió al exterior tras extraviar su móvil.
FORCEJEO
En ese momento, sostiene el fiscal en su escrito de acusación, el procesado le dijo a su víctima que le acompañara para mostrarle a la persona que tenía su móvil, "a sabiendas del estado físico en el que se encontraba la menor", por la ingesta de alcohol y hachís.
El acusado llevó a la menor a un lugar apartado, en concreto, a un pasadizo situado entre dos restaurantes, donde la "golpeó fuertemente en la cabeza", haciendo que cayera "aturdida" al suelo. Una vez en tierra, dice el ministerio público, el procesado "le obligó" a practicarle una felación, mientras la agarraba "con fuerza del cuello" para que no gritara, y pese a que la víctima intentó zafarse de su agresor sin lograrlo, debido a la fuerza empleada por el acusado.
A raíz de esta agresión sexual, la menor sufrió a nivel físico una tumefacción en la ceja izquierda y erosiones en ambos codos y rodilla izquierda, que requirieron cinco días en sanar, mientras que a nivel psicológico padeció crisis de llanto, miedo e insomnio.
"DAÑOS PSICOLÓGICOS GRAVES"
Durante el juicio, la víctima ha relatado ante el tribunal que el acusado la forzó sexualmente de manera "violenta", a pesar de que ella mostró "resistencia en todo momento". La joven ha subrayado que, tras la agresión sexual, "salió aturdida del lugar, con golpes y heridas por la violencia sufrida por el hombre y con el shock de saber que había sido violada".
Ha asegurado que esta violación le ha provocado "daños psicológicos graves", por lo que ha precisado de medicación con ansiolíticos e, incluso, ha explicado a la sala que tuvo que ser ingresada durante unos días en un centro por intentos continuados de suicidio. El juicio proseguirá el próximo 28 de marzo, con la declaración del acusado y las conclusiones finales de las partes.
AGRESIONES CONTINUADAS
El procesado había sido investigado por otras tres violaciones cometidas en el año 2012, explican fuentes judiciales, y que guardan algunas similitudes con la agresión sexual cometida en el Port Olímpic. Así, y de acuerdo con esta documentación, en agosto de 2012 el acusado por esta nueva violación habría agredido sexualmente con penetración a una joven en una discoteca de El Bruc, después de darle un fuerte golpe en la cabeza en un pasillo del local para después llevarla hasta los lavabos, donde presumiblemente consumó su acto delictivo.
Posteriormente, fue investigado por agredir sexualmente con penetración a otra joven en una calle de Barcelona, en octubre de ese mismo año, después de que aquella saliera de la parada de metro de Alfons X, mujer a la que previamente dio un puñetazo en la cara. También, el 24 de diciembre de 2012 agredió sexualmente con penetración en una portería a una joven que acababa de salir de la misma parada de metro en Barcelona, a la que dejó inconsciente, el tercero de los hechos por los que fue investigado.