Un vigilante del metro de Barcelona está de baja desde este lunes, después de sufrir una agresión en la estación de la L4 de Trinitat Nova a manos de un hombre que estaba increpando a otros pasajeros y al que intentó reducir, según han denunciado fuentes sindicales a Metrópoli.

Los hechos habrían ocurrido alrededor de las 7:00 horas de la mañana, cuando un joven "aparentemente bajo los efectos de las drogas y el alcohol" –según las mismas fuentes sindicales de los vigilantes– comenzó a provocar molestias entre el pasaje. Hasta el punto que otro usuarios habrían pedido la intervención del empleado "porque el hombre los estaba increpando".

LE LANZÓ UNA BICICLETA

Al intentar desalojarlo del vagón, este individuo habría atacado al vigilante lanzándole algunos de sus objetos personales, entre ellos una bicicleta, aseguran. Finalmente, el trabajador, que resultó herido, logró retenerlo hasta que llegaron sus compañeros. Luego lo redujeron y esperaron a la llegada de los Mossos d'Esquadra para expulsarlo a la calle. El vigilante tiene una fractura en un metacarpiano de la mano derecha, y le han dado la baja durante al menos los próximos 40 días, informan las mismas fuentes a este diario.

Un vigilante del metro, con la mano rota por una agresión en Trinitat Nova / METRÓPOLI

Cuatro horas más tarde, alrededor de las 11:00 horas de la mañana, la misma persona regresó al metro y saltó a la zona de vías para recuperar los enseres que había lanzado al vigilante. Por este motivo fue retenido de nuevo y expulsado del suburbano.

DENUNCIAN LA "PASIVIDAD" DE MOSSOS Y TMB

Las fuentes sindicales consultadas por este diario denuncian la "pasividad" de la policía y TMB en la aplicación de los protocolos, y aseguran sentirse desprotegidos cuando se ven "obligados a sacar a personas que van bajo los efectos de según qué sustancias" en el metro.

TMB: "FUE UN GOLPE FORTUITO"

Desde TMB apuntan a que se trata de un hombre que dormía en el interior de un tren estacionado y que "se mostró alterado y reaccionó de forma agresiva" cuando el vigilante "lo despertó, le explicó la normativa, le ofreció asistencia" y lo desalojó del convoy.

Fuentes de la compañía afirman a Metrópoli que la actuación del personal "se hizo siguiendo las directrices del modelo de seguridad del metro" que, indican las mismas fuentes, "ha demostrado su efectividad en la resolución de un gran número de incidencias de todo tipo". En este caso concreto, "comenzó como una asistencia a un usuario y derivó en un posible conflicto" ante el que "se aplicó la fuerza mínima para evitar daños personales" y se solicitó la presencia de la policía.

Sobre la fractura en la mano del vigilante, las mismas fuentes de TMB indican que "se lesionó de forma accidental", que "él mismo remarcó que había sido un golpe fortuito contra la pared del vestíbulo" y que "así consta en el registro de la unidad de seguridad y protección civil del metro":